Con el calor que atiza a las calles de España, los productos frescos como los helados adquieren un papel muy importante. La variedad de sabores y texturas que ofrecen los convierten en el postre perfecto para poder combatir las temperaturas del verano. Por ello, muchos productos de ese estilo se convierten en los favoritos para todos los niños.
Sin embargo, hay que ir con cuidado con lo que puede suponer la ingesta de helados para la alimentación. Las heladerías se diferencian principalmente en dos etiquetas muy importantes, los helados artesanos y los industriales. Estos segundos pueden contener aditivos e ingredientes muy poco saludables para alimentación humana.
Las diferencias de los helados artesanales y los industriales
La venta de helados ha generado mucha controversia en España. Muchas heladerías venden el producto con la etiqueta de artesanal cuando realmente no lo son. Por ello, la sociedad quiere descubrir qué diferencia hay entre los helados artesanales y los industriales.
Durante los últimos días, en TikTok se ha viralizado un vídeo en que Lola Jiménez, maestra heladera, explica los trucos para detectar los dos tipos. Concretamente da 3 consejos. El primero que explica es que cuando en una heladería hay mucha montaña en los helados esa estructura la ha hecho la máquina.
Además, asegura que los elementos naturales acostumbran a ser más pálidos y de colores más claros. De hecho, los amarillos chillones o los azules de chicle acostumbran a desentonar porque están fabricados industrialmente. El último dato que da es que si todos los montones son iguales y perfectos, son helados industriales.
El precio, uno de los factores que determina la calidad del helado
A pesar de que la heladera no lo menciona, hay otros muchos detalles que pueden revelar el origen de un helado. Por un lado, el gusto es un factor determinante a la hora de detectarlo. El sabor de un helado natural es más auténtico e intenso.
Asimismo, los helados que acostumbran a fabricarse artesanalmente tienen un precio considerablemente más alto que los industriales. Las principales razones son el incremento de calidad de su materia prima y el largo proceso de elaboración al que están sometidos. El coste final aumentado no es más que el resultado de un helado más sano y de mayor calidad.
Los productos como los helados son una vía de escape para el duro calor del verano. Sin embargo, siempre que sea económicamente posible, es recomendable buscar helados artesanales que aseguren la calidad del producto. Una buena alimentación es clave para el bienestar el cuerpo humano y para combatir enfermedades.