La devastadora DANA que golpeó el País Valencià hace ya dos semanas sigue mostrando sus huellas en la zona. En varios pueblos las calles aún están cubiertas de barro y restos de la inundación, lo que dificulta la recuperación y la vuelta a la normalidad. La situación ha movilizado a miles de voluntarios de diferentes partes de España para colaborar en las labores de limpieza y ayudar a los vecinos. Esta ayuda está siendo fundamental ante la inoperancia de las diferentes administraciones públicas.
Los Reyes Felipe VI y Letizia Ortiz realizaron una visita a la localidad de Paiporta, una de las más afectadas por la DANA. Acompañados de Pedro Sánchez vieron los estragos que dejó el fenómeno meteorológico. La visita de los monarcas pretendía ser un gesto de cercanía y apoyo a las víctimas, pero el único objetivo era aparecer en televisión. No los hemos visto con una pala en mano y manchados de barro.
Ellos tienen otra manera de colaborar. Según ha explicado el diario El Mundo, Letizia ha comprado unos pendientes de una marca valenciana en homenaje a las víctimas de la DANA. Algo que no ha gustado a los afectados por la Dana.
Reacciones en redes sociales
El economista Xavier Sala-i-Martin ha reaccionado con un mensaje irónico: "Bueeeno. Ya está arreglado el problema de Valencia". La ironía del economista ha resonado entre muchos usuarios que comparten su percepción. Sus seguidores han pedido ayudas más concretas y no estos actos que no sirven de nada. Al fin y al cabo, estos pendientes los hemos pagado nosotros.
La iniciativa de Letizia no ha gustado en redes sociales. Los usuarios piden ayuda económica directa de la Casa Real o trabajo físico. Podrían donar parte de su presupuesto. Igualmente sería dinero público que iría destinado a reparar el desastre natural. Podrían ensuciarse la camisa. Las ideas son varias, pero ninguna de ellas se va a cumplir.
Carlos Mazón y Salomé Pradas, los más señalados
El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón y la consellera de Interior y Justicia Salomé Pradas son los más señalados. El primero porque el día del desastre estaba comiendo en Valencia con una periodista y porque no asistió a la reunión del CECOPI. La segunda, porque admitió que no conocía la existencia de las alarmas.
La gestión de ambos está siendo muy cuestionada. De momento, no han habido dimisiones y el Govern del País Valencià se esfuerza en culpar al Gobierno de Pedro Sánchez.