Se suele decir que se aprende mucho de las personas mayores, aquellas que han vivido tanto tiempo que tienen mucho que contar, numerosos conocimientos por compartir, una gran experiencia que es una enseñanza en sí misma.
Y luego están personas de edad avanzada que irradian pasión por la vida, cuyo espíritu parece mucho más joven que el de muchas personas que han nacido muchas décadas después. Este es el caso de Pepita Bernat, una mujer nacida en 1919, es decir de 104 años de edad. Ahora, una entrevista para el programa Tot es mou de TV3, presentado de forma encomiable por Helena Garcia Melero, Pepita ha compartido su filosofía personal y ha dado toda una lección de vida a los telespectadores de la cadena pública catalana.
El baile como pieza fundamental
Durante su intervención en el exitoso espacio matinal, codirigido entre la misma Melero y Albert Aguilera, Pepita Bernat ha compartido su gran pasión por el baile: “Con 73 años conocí al hombre de mi vida en La Paloma. Nunca es tarde. Allí he pasado los años de mi vida bailando y siendo feliz”. El baile como forma de vida, como una de las principales manifestaciones para encontrar el sentido y para el aumento de las ganas de vivir. Una declaración que se añade a la que previamente había pronunciado en la antena de Onda Cero y que certifica su verdadera pasión: "Prefiero a un hombre que sepa bailar que a un hombre bien plantado".
La entrevista de Garcia Melero a esta enérgica joven de 104 años, es un verdadero delicatessen, que deja numerosos titulares. Una vida repleta de episodios para el recuerdo, como cuando tuvo que desplazarse hasta Suiza por culpa de un matrimonio fracasado y para que su marido no la encontrara. Una mujer que antepone el baile a casi cualquier otra cosa, muy convencido de ello por mucho que siga pasando el tiempo. Durante su vida, ha tenido negocios en Cubelles, ha conocido a mucha gente, pero siempre ha puesto al baile como pieza fundamental de su vida.
Pepita Bernat es de ese tipo de mujeres vitalistas y fuertes, cuya longevidad es tan admirada como envidiada. Junto a Maria Branyas y sus 117 años, es una de las personas con mayor edad de Catalunya y todo un ejemplo para muchas personas demasiado preocupadas por su edad y por el transcurrir del tiempo. Sin embargo, según un estudio recientemente publicado en The Lancet, la esperanza de vida mundial ha aumentado 6,2 años desde 1990.