A pesar del anuncio del fin de sus emisiones, el programa Planta Baixa, de TV3, que conduce Agnès Marquès, todavía sigue compartiendo piezas muy interesantes, como la que protagoniza Marina Vilalta, la pastora de mayor edad.
Agnès Marquès ha destacado que Marina Vilalta ha llegado a los 97 años, y por ese motivo, "hemos querido salir a pastorear con ella". Para ello, un equipo del programa de la televisión pública catalana, encabezado por el joven periodista Nil Marbà, se ha desplazado hasta Bruguera, una entidad de población del municipio de Ribes de Freser, en la comarca del Ripollés, para felicitar como se merece a esta increíble mujer nacida en 1927. A pesar de su edad, Marina sigue pastoreando el ganado: "estoy bien; hoy, como es mi cumpleaños he salido a pastorear el ganado, aquí en un campo cerca, otros días voy más lejos".
Una gran lección de vida
El caso de Marina Vilalta -quien en 2022 fue distinguida con la Creu de Sant Jordi de la Generalitat- es especialmente significativo, porque se la puede observar en gran forma, subiendo y bajando prados como si de una muchacha se tratase. Para ella, el secreto "es ponerle voluntad. Si se tiene voluntad y se ama lo que haces, las cosas también salen". Marina es poseedora de 40 ovejas: "me gusta mucho pastorearlas, me sabría muy mal no poder verlas. Las amo mucho".
Durante el reportaje que ha estructurado Nil Marbà, también ha aparecido otro joven periodista, Abraham Orriols, de 27 años, autor de "Una vida a les muntanyes" un libro publicado por Ara Llibres, que cuenta la vida de Marina Vilalta. Como indica la información oficial de esta obra literaria, "La historia de Marina, que cubre un siglo, nos permite mirar a la montaña con toda su inmensidad y conocer a los que la trabajan, a los que se han escondido o escapado ya los animales que viven allí salvajes. Nos presenta la fuerza de la naturaleza sobre el hombre y como este, con los años, ha aprendido a entenderla, preverla y convivir con ella. La historia de Marina nos amplía la mirada sobre el mundo rural y la sabiduría popular de nuestro país".
La vitalidad de esta mujer mayor de espíritu tan eminentemente joven, le permite dar consejos que deberían servir a una parte de la sociedad: "qué no se queden en el sofá de casa; se debe salir, se debe andar, pasear, porque si no andas no tendrás la energía necesaria. Yo todavía ando con 97 años". La de Marina es una verdadera lección de vida, una integrante de ese colectivo ejemplar de personas cuya edad muy avanzada no ha podido con sus ilusiones y voluntades, que encabeza Maria Branyas, la persona mayor del mundo, con 117 años. Para todas ellas, ¡qué por muchos años más!