Anna Barrachina es una actriz catalana de 56 años, que ha destacado especialmente en teatro y en televisión. Los telespectadores de TV3 la identifican fácilmente como la Nuri Soler de Ventdelplà, una de las series más exitosas en la historia de la cadena pública catalana.
En su reciente paso por el programa Col·lapse, de Ricard Ustrell, Barrachina ha conmocionado a la audiencia catalana al compartir la enfermedad que padece: "ahora estoy bien, pero fue muy duro; la noticia me la dio la doctora Zamora, lo detectó rápidamente, porque fui por dolor en las cervicales, no me encontraba bien, pero nadie me hacía caso. Yo temía por mi salud y poco después me detectaron un cáncer cerebral que venía de pulmón".
Las metástasis cerebrales se producen cuando las células cancerosas se propagan de su ubicación original al cerebro. Cualquier tipo de cáncer puede llegar al cerebro, pero los que tienen mayor probabilidad de causar metástasis cerebrales son el de pulmón, el de mama, el de colon, el de riñón y el melanoma. Anna Barrachina ha compartido su experiencia con total integridad, demostrando su fortaleza anímica y como un verdadero ejemplo de superación.
Entre La Cubana y la televisión
Nacida en Sitges en 1968 y casada con José Corbacho, Anna Barrachina participó en la película que codirigió su pareja junto a Juan Cruz, Tapas (2005). Su debut cinematográfico se produjo en 1996, de la mano de Francesc Bellmunt con Un negro con un saxo. Además de su famoso personaje en Ventdelplà, Barrachina ha participado en otras series de TV3, siendo el personaje de Lídia en Merlí, el otro gran hit de la actriz dentro de la cadena pública catalana.
Los inicios de Anna Barrachina están directamente vinculados a una compañía escénica referente del país: La Cubana. Fue el verdadero punto de inflexión para la actriz catalana: "Estaba estudiando Filosofía y vi Cubana’s Delicatessen en la calle. Tenía 18 años. Me acuerdo de que justo en aquel momento dije: 'Yo quiero estar ahí'. Aquellos primeros espectáculos en la calle eran loquísimos. Las acciones en los escaparates, en el bus… Eso ahora sigue resultando muy moderno y contemporáneo. A veces le digo a Jordi Milán -director de La Cubana- que hay que volver a la calle. Me encanta. Yo empecé así".
De su trayectoria por La Cubana destaca el papel protagonista de Estrellita Verdiales en la obra Cegada de amor (1993-1998), en la que además de actuar también cantó las canciones, Mancheguita, El mundo es maravilloso, Clic clac Rock, Nazareno, La saeta de la luz, Veo veo veo, Ni verdad ni mentira, Un verano en la ciudad y Adiós, adiós Barcelona. Una actriz apasionada y vigorosa.