La noche prometía emociones en First Dates, pero nadie esperaba un enfrentamiento tan visceral como el que protagonizaron Abigail y Manuel. Parecía que su primera impresión funcionaba bien: ella lo vio “atractivo”, él se fijó en sus ojos y comparó con los suyos. Sin embargo, su principal coincidencia fue ser excesivamente seguros de sí mismos y lanzarse dardos verbales ante el menor roce.
Al poco tiempo de sentarse a la mesa, ambos empezaron a tirar de ironías y a cuestionar la actitud del otro. Manuel, con un notable orgullo, proclamó su éxito con las mujeres: “Sé que tengo mucho potencial y me falta exprimirlo. He ligado siempre porque soy un chico atractivo”. Para él, las mujeres se fijan primero en el físico. Abigail, incrédula, observaba con un gesto que lo decía todo, pero su respuesta no tardó en llegar.
“Hay muchas que dicen que no, pero luego se van al baño… ¿Con quién se van, con el progre de pelo lila?”, siguió soltando Manuel, despertando en Abigail una furia que dejó claro que no iba a tolerar comentarios tan superficiales. Ella expresó que no comulgaba con esa visión de la atracción, tachando de “jodidamente superficial” la opinión de su cita. Sin embargo, la velada no terminó ahí.
Insultos y faltas de respeto
Fue entonces cuando Manuel cruzó una línea más personal: “Soy sincero y tú eres mentirosa e hipócrita”. Ese instante encendió a Abigail. De inmediato, ella se sintió ofendida y replicó con un tono cada vez más encendido: “Si vas a decir algo de mí, lo dices con propiedad, si no te callas. Tengo los cojones suficientes para decir la verdad”. Lo chocante es que, según la emisora, parte de la conversación fue tan fuerte que no se emitió íntegramente.
Uno de los momentos censurados —pero adelantados en los avances— fue la amenaza literal de Abigail: “Como vuelvas a cometer eso, te meto la copa por el culo”. Esa frase se convirtió en el culmen de la tensión entre ambos, una salida de tono que no pudieron mantener en pantalla completa. Había llegado a un nivel de agresividad impensable en un programa que, en teoría, busca el amor y la conexión amable de dos desconocidos.
Escena final, no hubo flechazo
El remate de la cita llegó con la obvia resolución: ninguno de los dos quería seguir en contacto. La producción no pudo hacer milagros y Carlos Sobera —presentador del espacio— se encontró con dos participantes enfrentados que, de un flechazo positivo inicial, pasaron a un “no quiero ni acercarme”. Abigail prefirió zanjarlo con pocas palabras; Manuel, fiel a su estilo, siguió enfatizando su teoría de que ella “era hipócrita”.
La escena final mostró a cada uno saliendo por su cuenta del restaurante, sin palabras de cortesía. El público, habituado a las extravagancias y momentos incómodos en First Dates, contempló quizá uno de los mayores “choques de egos” que se han visto en su plató. Con ello, queda claro que no solo la afinidad física o la seguridad en uno mismo decide el éxito de una cita: la humildad y el respeto siguen siendo insustituibles para que surja una verdadera chispa. En este caso, la única chispa fue la del desacuerdo y el cruce de reproches.