Las relaciones en la Casa Real llegan al límite. La publicación de las memorias del rey emérito —apoyadas por las infantas Elena y Cristina— ha fracturado la familia. Felipe VI las calificó de “error que reaviva malestar”, y la respuesta de sus hermanas fue directa: respaldan al padre. El resultado: semanas de silencio, frialdad y reproches entre hermanos.
Este clima tenso desembocó en una fuerte discusión en Zarzuela: la reina emérita sintió que se le impidió mediar y tratar de reencontrar a todos sus nietos en Marivent. Felipe y Letizia, firmes, vetaron la asistencia de los Marichalar y los Urdangarín durante su estancia. Y se fue a Marivent.
Carga emocional por la salud de Irene: un verano con doble preocupación
No solo las desavenencias dinásticas empañan la tranquilidad de Sofía. Su hermana, Irene de Grecia, llega a Mallorca en un estado delicado: movilidad reducida, memoria frágil, y una dependencia creciente. Durante años han compartido su vida en Zarzuela, y este verano será un apoyo vital para la reina emérita.

Marivent, tradicional refugio de madre e hija, se convierte en un remanso necesario antes del desembarco de Felipe, Letizia, Leonor y la infanta Sofía. Pero la triste exclusión de más miembros de la familia hace que el reencuentro pierda su esencia habitual.
Silencio oficial
Hasta la fecha, no hay declaraciones oficiales de Zarzuela sobre el enfrentamiento reciente. Sin embargo, fuentes consultadas por En Blau apuntan a un episodio de máxima tensión: Sofía habría exigido lograr la reunión completa, y Felipe se lo habría negado “para evitar crear tensiones y titulares”. Es muy posible que Letizia Ortiz - la que manda en realidad - tuviera mucho que ver.
El podcast “Vamos a ver” recordó que un exmiembro del gabinete de la emérita comentó su preocupación por el impacto mediático de las memorias, y destacó un clima de tristeza que habría dejado huella en la reina.

Marivent como refugio y escenario de estrategia diplomática
Marivent no es solo un palacio de veraneo. Sus jardines, su fachada señorial y su historia familiar lo convierten en un escenario cargado de simbolismo personal. Sofía siempre ha sido la primera en llegar, acompañada por su hermana. Se espera que este año repita acompañamiento, pero sin el calor del reencuentro global.
¿Qué ocurre cuando lleguen Felipe y Letizia?
La agenda oficial contempla una breve estancia de los reyes españoles, con recepción a personalidades locales y un paseo veraniego. Sin embargo, el veto a los Marichalar y los Urdangarín limitará la presencia infantil: solo estarán Leonor y Sofía, dejando fuera nietos que a Sofía tanto le gustaría tener cerca.
Un gesto que, aunque comprensible desde una estrategia institucional, deja a la reina emérita en una postura emocional compleja: su deseo de unidad se topa con decisiones conscientes de distanciamiento.