Desde el 11 de enero de 2025, la princesa Leonor emprendió una aventura de casi seis meses a bordo del buque‑escuela Juan Sebastián Elcano, como parte de su formación naval. Lo que empezó como un paso más en su preparación militar pronto se convirtió en foco de atención, no por su rendimiento académico, sino por el presunto trato especial que estaría recibiendo.
Especialistas y compañeros denuncian trato desigual
En los últimos meses han circulado varias informaciones que ponen el foco en ciertas concesiones hacia la heredera. Según algunos testimonios “de guardiamarinas”, la princesa habría evitado guardias nocturnas, exenciones en pruebas físicas e incluso acceso a dispositivos de comunicación prohibidos para sus compañeros. Además, aseguran que su rendimiento, en ocasiones cuestionado, no ha afectado su posición.
Sus propios compañeros, a través de sus familias, habrían expresado su malestar por lo que consideran “ventajas impensables”.

Imagen oficial versus versiones encontradas
Mientras tanto, medios como Perfil sostienen que Leonor disfruta de una "habitación privada" a bordo, un privilegio que nadie más posee. También se ha señalado que fue la única que utilizó guantes al izar velas, una imagen que algunos interpretan como una concesión estética de protocolo.
Sin embargo, fuentes oficiales de la Armada y de Zarzuela defienden una versión completamente opuesta. Una fuente militar aseguró que la princesa “no tiene privilegios, no hay excepciones” y cumple las rutinas establecidas para todos los guardiamarinas. Asimismo, medios como Semana recuerdan que Leonor comparte camarote y taquilla, igual que el resto.
La privacidad y las imágenes que publicitan lo normal
Durante la escala en Uruguay en marzo, aparecieron fotografías de Leonor en bikini en una playa, captadas por paparazzis y publicadas en revistas. Esta circunstancia familiarizó más su imagen con el público, pero también generó un intenso debate sobre la privacidad de la joven heredera.

El programa Hoy por Hoy analizó las polémicas: Martín Bianchi señaló que la Casa Real se mostró “nerviosa” y ha emprendido acciones legales contra instituciones por violaciones a la protección de datos. Mientras tanto, expertos en igualdad subrayan que las miradas sobre una princesa en bikini son más críticas que aquellas hacia hombres en situaciones similares.
Por contraste, Zarzuela distribuyó más imágenes oficiales: Leonor izando velas con guantes y realizando maniobras, enmarcando penosos esfuerzos y demostrando disciplina.
El equilibrio entre exigencia y protección
Para muchos, la formación naval de Leonor tiene un doble objetivo: prepararla para su futuro rol institucional mientras se salvaguarda su integridad. La primera escala en Sudamérica generó atención policial y logística especial por parte de la Corona y las autoridades locales.
No obstante, la existencia de responsabilidades militares reales —guardias, clases, maniobras, ceremonias— hace difícil obviar que su presencia en las cubiertas es más que testimonial. Incluso la escala en Colombia fue recibida con honores oficiales y la princesa participó en actos solemnes.