La Reina Letizia ha estado envuelta en varios rumores polémicos las últimas semanas. Mientras estaba de vacaciones, la mujer de Felipe VI ha visto como los medios de comunicación sacaban a la luz diferentes declaraciones que pueden comprometer mucho a la imagen de ella. Uno de los últimos ha sido el más 'tenebroso' de todos e involucra a su hermana Erika Ortiz.
En 2007, la hermana de la Reina, Erika Ortiz, se quitó la vida. Su muerte dejó una huella de dolor y muchas preguntas sin respuesta en su familia. Por otro lado, varios periodistas cercanos a la Casa Real afirmaron que la mujer dejó una carta de suicidio.
Estas mismas fuentes han dejado entender que la misma Letizia ordenó la destrucción de esta carta porque contenía diferente información que comprometía mucho a la Reina y a la Familia Real. Se dice que en ella se hablaba de que su hermana había donado óvulos a Letizia, lo que implicaría que sus hijas compartirían ADN con Erika.
Su relación con la Infanta Cristina
Como hemos dicho, hay más rumores que implican a Letizia. Otro de ellos es sobre su relación con las Infantas Cristina y Elena, aunque ya es bien sabido que se llevan bastante mal. Según diversas fuentes, Letizia no encajó inmediatamente en el rígido entorno real, y su relación con Cristina nunca fue cercana. La Infanta, acostumbrada a las formalidades y protocolos de la realeza, veía con a Letizia, lo que creó un ambiente de frialdad entre ambas.
El distanciamiento entre Letizia y Cristina se profundizó definitivamente con el escándalo del Caso Nóos, que involucró a Iñaki Urdangarin, esposo de Cristina. En 2011, Urdangarin fue acusado de malversación de fondos públicos, un caso que no solo dañó la imagen de la infanta, sino que también afectó gravemente la reputación de la Casa Real.
Letizia, preocupada por la percepción pública y el impacto del escándalo en la institución monárquica, mantuvo una distancia prudente de Cristina y su familia. Felipe VI, ya Rey en ese momento, también adoptó una postura firme al apartar a su hermana de los actos oficiales de la Casa Real, una decisión que Letizia apoyó plenamente.
Un reencuentro tenso
Durante su estancia en Marivent, cuando toda la Familia Real estaba al completo, se vivió un momento de mucha tensión con la llegada de la Infanta Cristina. La Reina Emérita Sofía la había invitado a ella y la Infanta Elena unos días en el Palacio de Palma de Mallorca. Las hijas de la Emérita no esperaban encontrarse con la Familia Real, pero lo peor se produjo.
Si la agenda de Letizia no hubiese cambiado a última hora, ambas no se habrían encontrado. Sin embargo, llegaron a coincidir en un momento que se vivió con mucha hostilidad. Al llegar y darse cuenta qué la Infanta estaba allí, Letizia le obligó a irse de forma inmediata y de muy malas maneras.
Así pues, la Infanta Cristina tuvo que hacer las maletas rápidamente y 'huir' con un coche directamente hacia el aeropuerto. Seguidamente, Letizia se encaró con la Reina Sofía por no haberle informado de que había invitado a la Infanta a su palacio.