Los mejores días de Bertín Osborne parecen haber desaparecido. A pesar de que ha vuelto a emerger en el primer plano mediático, la presencia del famoso cantante y presentador madrileño de 69 años dista mucho de su característica y apuesta imagen.
Cuando la peor época de la pandemia de la Covid ya parece haber quedado definitivamente atrás, todavía hay personas que sufren la enfermedad y a algunos les afecta de consideración y les deja importantes secuelas. Bertín Osborne es una de ellas. Afectado de una covid crónica que le ha apartado de la vida social durante dos meses y medio, ha vuelto a ser visto en público precisamente en un concierto solidario de Amacovid, en el que también actuaron la presentadora de televisión Concha Galán y el humorista Alex Salaberri.
La presencia de Bertín Osborne ante los medios de comunicación, previa a la celebración del concierto, fue bastante inesperada, porque según periodistas de Europa Press ahí presentes, la actitud de esta figura mediática de la televisión, fue muy distinta de lo habitual en él. Estuvo especialmente distante, malhumorado y sin ganas de interactuar con nadie. Sin embargo, al salir del concierto benéfico, Bertín se había transformado; la generosidad de un público volcado con él le cambió por completo, como si de repente le hubieran redimido.
Una salud delicada
Visiblemente desmejorado y con las manos temblorosas, aprovechó su buen ánimo post concierto para sincerarse ante la prensa y contar la realidad de su salud actual en relación con la covid crónica que le ha dejado muy perjudicado. "Nunca he sido un tío friolero, y ahora parezco un perro chico, todo el día temblando", acabaría sentenciando el autor de "El show de Bertín". Uno de los indicadores que demuestran el momento delicado que está atravesando y el desconcierto que le acompaña, quedó perfectamente manifestado cuando demostró no acordarse de la próxima boda de Ana Cristina, hija de Sandra Domencq y hermana de las tres hijas de Bertín Osborne, que está prevista para el próximo 28 de septiembre en la catedral de Jerez de la Frontera.
Bertín Osborne está inmerso en una época de cambios; a punto de llegar a los 70, ya no puede mantener el mismo ritmo que antaño. Su enfermedad lo ha debilitado de forma muy ostensible, justo en un año que iniciaba la gira de conciertos "40 años son pocos". El tiempo pasa y nadie es inmune al transcurrir del mismo, simplemente se trata de asumir la situación.