Desde que Iñaki Urdangarin y la Infanta Cristina se divorciaron el pasado invierno, el exjugador de balonmano ha decidido desaparecer y dejar de ser relacionado con la monarquía. Actualmente se conocen pocas cosas del exduque, aunque se sabe a ciencia cierta que está saliendo con Ainhoa Armentia.
Ya se les ha visto en más de una ocasión juntos, y cada día van dando un paso más en consolidar su relación. Hace ya dos años que está saliendo con la abogada, y quiere que se integre con sus hijos y su madre. Aunque, cegada aún por los celos, la infanta Cristina está poniendo todo tipo de impedimentos.
La familia de Urdangarin aún tiene buena relación con la Infanta, y les está costando mucho que Iñaki les lleve a casa una nueva pareja como Ainhoa. Además, Cristina está moviendo cielo y tierra para afectar a la relación, diciéndole a sus hijos por activa y por pasiva que no se relacionen con la nueva novia de su padre.
Desaparecido de la vida pública
Urdangarin sabe que su imagen sigue manchada por el Caso Nóos, y por eso ha preferido alejarse lo máximo posible de las cámaras. Aún así, de vez en cuando baja la guardia y los paparazzi siempre están atentos ante cualquier mínimo descuido. La revista "Lecturas" lo ha pillado in fraganti en la salida de un restaurante junto a su madre y su pareja Ainhoa.
El exduque quiere autoengañarse intentando llevar una vida de ciudadano normal, pero su sombra es más que larga y como bien se dice, no se puede escapar de tu pasado. El exmarido de la infanta Cristina sigue llevando una vida de lujos aunque no tenga ninguna intención de trabajar o llevar una vida profesional.
Urdangarin no está "teniendo suerte" a la hora de encontrar trabajo, pero la verdad es que no parece que le haga mucha falta. El exmarido de la Infanta posee un fondo económico que le facilita su vida de desempleado. Recientemente hemos podido saber que ha cobrado ni más ni menos que 33 mil euros de la Audiencia de Palma. Así pues, Iñaki se excusa en que quiere mantener su anonimato para no "dar palo al agua":
Iñaki, pero, no puede escapar siempre de las cámaras, y la pasada primavera vivimos un episodio de mucha tensión con algunos periodistas. El exduque viajó a Barcelona para comer en un restaurante de renombre muy lujoso, cerca de un exótico hotel que Urdangarin había visitado anteriormente muchas veces junto a Cristina.
Allí se vivió un momento de mucho enfado por parte de Iñaki. Su paso por prisión le ha dejado visiblemente afectado y acabó encarándose con algunos de los fotografos que estaban increpándole. Su hijo Pablo tuvo que salir más tarde a pedir disculpas en nombre de su padre después de ese momento vivido.