El año sabático que se ha tomado Irene Urdangarín, la ha llevado hasta Camboya, donde lleva tres meses de supuesto voluntariado en tareas solidarias para la ONG Sauce en su intención de ayudar a los más desfavorecidos de un país permanentemente castigado por todo tipo de contrariedades.
Sin embargo, la realidad de este voluntariado parece algo impostado, o más bien una estrategia para alejar a la cuarta hija de la infanta Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarín de los peligros que acechan a la joven de 18 años y el "peligroso" ejemplo de Victoria Federica. La misión humanitaria de Irene es la misión para evitar las tentaciones de Irene tras haber abandonado sus estudios. Su ubicación se encuentra en Battambang, la segunda ciudad más grande del país, capital de la provincia homónima de Camboya y principal provincia productora de arroz del país. Battambang se divide en 13 distritos y un municipio que a su vez se subdividen en 92 comunas.
En un reportaje publicado por la revista "¡Hola!", se puede observar una instantánea con Irene Urdangarín calzada con unas menorquinas, como si realmente estuviera disfrutando de unas vacaciones de verano. Una circunstancia que desacredita la teórica labor humanitaria de la hija menor de la infanta. No es la mejor imagen posible teniendo en cuenta la dramática situación que atraviesa el país, sucumbido a los conflictos y la permanente inestabilidad y donde la mayor parte de su población vive con menos de 2 dólares al día.
Conoce a Irene Urdagnarin de Borbón, la hija pequeña de la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin
Condicionada por el divorcio de los padres
Irene sigue acaparando capítulos polémicos en su relación con la familia real. En los prolegómenos de este 2024, ya salió a la luz su controvertida decisión de no querer mantener ningún tipo de relación con Ainhoa Armentia, la nueva pareja de su padre, que ha perjudicado gravemente su relación paternofilial. En su libro "Los sobrinos del rey" (Ediciones B), la periodista Silvia Taulés analiza la situación de Irene y la de sus hermanos, y afirma que quedaron muy marcados por el divorcio de sus padres y se sentían anímicamente vacíos. Todo ello parece haber desembocado en una demostración de permanente inseguridad por parte de Irene.
Su estancia en Camboya la ha alejado de todo lo que sucede alrededor de la Casa Real, como la boda del alcalde de Madrid, en la que estuvieron invitados varios componentes de la familia real. Si su causa se asemejara a los verdaderos motivos solidarios que se han comunicado oficialmente, estaríamos ante un gran gesto de la monarquía a través de sus descendientes más jóvenes. Lástima que según que gestos y situaciones no transmitan esa veracidad.