En un contexto económico global marcado por la incertidumbre y la volatilidad, las recientes predicciones del economista Santiago Niño Becerra han generado un notable revuelo.
Conocido por anticipar la crisis financiera de 2008, Niño Becerra ha advertido sobre la posibilidad de una paralización económica mundial durante el verano de 2025, comparándola con el impacto que tuvo la pandemia de COVID-19 en la economía global.
Tensiones comerciales y su impacto en la economía global
El epicentro de esta preocupación radica en la reciente escalada de tensiones comerciales impulsadas por la administración estadounidense. Desde su regreso al poder en enero de 2025, el presidente Donald Trump ha implementado una serie de aranceles agresivos, afectando a países como China, que enfrenta gravámenes del 145%, y amenazando con imponer tarifas del 20% a naciones europeas, incluida España.

Estas medidas han generado una atmósfera de incertidumbre en los mercados internacionales, con empresas evaluando su viabilidad ante posibles restricciones comerciales permanentes.
Niño Becerra ha señalado que, de continuar esta tendencia, podríamos enfrentarnos a una situación de "paralización de la economía mundial" similar a la vivida durante la pandemia. La dependencia del comercio internacional en la economía global significa que cualquier interrupción significativa puede tener efectos en cascada, afectando desde la producción industrial hasta el consumo diario.
El mercado inmobiliario: una burbuja diferente
En el ámbito nacional, el mercado inmobiliario español presenta señales de alarma. Aunque Niño Becerra descarta la existencia de una burbuja inmobiliaria tradicional, advierte sobre "precios desbocados" debido a una demanda que supera con creces la oferta disponible. Este desequilibrio, impulsado en parte por la escasez de alternativas de inversión y la acumulación de capital en ciertos sectores de la población, podría llevar a una estabilización de precios en niveles insosteniblemente altos.

El economista también ha expresado su preocupación por las posibles consecuencias de una recesión económica, que podría desencadenar una oleada de impagos y desahucios, recordando los efectos devastadores de la crisis de 2008.
Perspectivas y recomendaciones
Ante este panorama, Niño Becerra ha sugerido la necesidad de políticas públicas que aborden las raíces estructurales de estos problemas. En particular, ha enfatizado la importancia de aumentar la oferta de vivienda pública en alquiler como medida para mitigar la presión sobre el mercado inmobiliario y proporcionar soluciones habitacionales accesibles a la población.