Mujer sonriente de cabello oscuro con un gráfico de K.O. y un emoji de cara aturdida superpuestos

El padre de Meghan Markle la hunde con un ataque durísimo

Este ataque marca un antes y un después en su relación.

Meghan Markle vuelve a estar en el centro de la tormenta. Pero esta vez no se trata de sus negocios, su vida en California con el príncipe Harry o las críticas mediáticas sobre sus apariciones públicas. El golpe más duro ha llegado desde su propia sangre: su padre, Thomas Markle, ha vuelto a hablar... y sus palabras han dolido.

En una reciente entrevista, el suegro del príncipe Harry ha cargado con dureza contra su hija, cuestionando su autenticidad, criticando su faceta como figura mediática y desmintiendo aspectos de su infancia que ella ha relatado en más de una ocasión. Las declaraciones no solo afectan a Meghan, sino también a sus hijos, Archie y Lilibet, quienes viven cada día en el ojo del huracán mediático.

“No es auténtica”: la crítica más directa

Thomas Markle ha afirmado, sin rodeos, que su hija “nunca ha sido auténtica” y que todo en ella parece “ensayado, frío, artificial”. Esta crítica va directa al corazón de la imagen que Meghan ha intentado proyectar en sus últimos proyectos, especialmente en su serie Con amor, Meghan, un formato de cocina y estilo de vida en Netflix que ha tenido una acogida mixta entre la audiencia.

Una pareja sonriente posando frente a un fondo azul.
Meghan Markle y el principe Harry en un montaje con fondo azul. | XCatalunya, @theroyalfamily, Canva Creative Studio

El padre de la exactriz asegura que el programa es “horriblemente aburrido” y que le falta lo más importante: pasión y espontaneidad. Para Thomas, “los mejores cocineros se equivocan, improvisan, se ríen de sus errores... eso los hace reales. Meghan, en cambio, está obsesionada con ser perfecta”.

La infancia reinventada

Pero si algo ha encendido realmente la polémica, ha sido la contradicción abierta entre padre e hija sobre su pasado familiar. En la serie y otras entrevistas, Meghan ha hablado de una infancia marcada por las dificultades económicas, comidas precocinadas frente al televisor y una sensación constante de precariedad.

Una mujer con gafas de sol en la mano y un hombre con barba están al aire libre en un día soleado.
Meghan Markle y el principe Harry viajando. | Lecturas, XCatalunya

Thomas Markle lo niega rotundamente.  “Comíamos fuera tres veces por semana. Pedíamos a domicilio el resto de los días. Nunca faltó dinero ni comida en casa”, ha dicho. Y añade con cierta ironía: “Sí, a veces cenábamos viendo la televisión. ¿Y qué? ¿Qué familia no lo hace?”.

Esta contradicción ha provocado una ola de especulaciones y comentarios en redes sociales, reabriendo el eterno debate sobre quién dice la verdad en este complejo drama familiar.

La imagen pública de Meghan, en jaque

La reputación pública de Meghan Markle siempre ha sido un tema sensible. Desde su salida de la familia real británica junto al príncipe Harry, ha intentado construir una nueva narrativa centrada en la independencia, el empoderamiento y la vida familiar.  Pero las críticas constantes de su padre —que se han vuelto ya una rutina en los medios sensacionalistas— socavan cada intento de reconstrucción.

El impacto emocional de estas declaraciones también afecta a los hijos de la pareja, que crecen rodeados de un ambiente tóxico mediático. Según fuentes cercanas, Meghan está “hundida” y cada nueva declaración de su padre es “una herida abierta que nunca termina de cicatrizar”.

Harry, por su parte, ha intentado mantener la calma en público, pero la tensión interna es evidente. Se sabe que la relación con su suegro está completamente rota y que ha intentado, en varias ocasiones, convencer a Meghan de que lo ignore. Pero cuando se trata de familia, ignorar no siempre es fácil.

Y ahora, lo más importante…

Lo que realmente ha conmocionado a los círculos cercanos a los Sussex es lo que Thomas Markle ha deslizado al final de su intervención: ha iniciado trámites para publicar un libro autobiográfico. Un volumen donde, asegura, contará "toda la verdad" sobre su hija, desde su niñez hasta sus años como duquesa.

Si este libro llega a ver la luz, podría ser el golpe más duro a la imagen pública de Meghan hasta la fecha. No solo porque vendría de su propio padre, sino porque podría revelar detalles íntimos y dolorosos que ella ha intentado dejar atrás.

En definitiva, lo que parecía una simple discrepancia familiar se ha transformado en un conflicto mediático sin precedentes. Y lo peor, tal vez, está aún por llegar.