Júlia Farré y un plato de quesos

La nutricionista Julia Farré destapa el engaño de los influencers con un producto

Este producto lleva meses siendo tendencia

No hace falta buscar demasiado. Basta con abrir Instagram, TikTok o cualquier red social para encontrar vídeos y publicaciones donde se repite el mismo mensaje: si quieres un cuerpo tonificado, fuerte y saludable, hay un producto que no puede faltar en tu día a día. Los batidos de proteínas se han convertido en el nuevo santo grial del fitness digital, recomendados tanto por influencers del sector como por usuarios anónimos que prometen resultados milagrosos. Pero… ¿realmente funcionan como nos cuentan?

La crítica que nadie esperaba

Júlia Farré, nutricionista clínica y experta en alimentación saludable, ha alzado la voz en una entrevista en El món a RAC1, y su mensaje ha causado impacto. Según ella, muchos de estos mensajes que corren por redes sociales no solo son imprecisos, sino peligrosos. “Hay gente que recomienda estos batidos sin ningún tipo de conocimiento. Los venden como si fueran imprescindibles para estar en forma, pero eso no es verdad”, advierte.

Un plato de camarones asados con tomates cherry y hierbas sobre un mantel azul.
Un delicioso plato de gambas | Getty Images

Farré pone el foco en cómo estos productos se han convertido en una obsesión, especialmente entre los jóvenes: “Te hacen creer que si no los tomas, no conseguirás el cuerpo que deseas. Pero el cuerpo que te muestran tampoco es realista. A menudo, simplemente están enseñando una genética favorable, no los efectos de un suplemento”.

Alimentación suficiente para la mayoría

La experta aclara que, en la mayoría de casos, no hacen falta suplementos para cubrir las necesidades diarias de proteínas. “Alguien que va al gimnasio entre tres y cuatro veces por semana, con una dieta equilibrada, ya alcanza sin problema los niveles de proteína que necesita el cuerpo. Estos batidos están pensados para deportistas de élite o personas que hacen entrenamientos realmente intensos”, insiste.

Ostras frescas abiertas sobre una cama de hielo.
Un buen puñado de ostras listas para consumie | Getty Images Pro

Entonces, ¿por qué tantas personas los toman? Según Farré, por desinformación. Y por una presión constante que proviene de las pantallas. “Hemos comprado una idea falsa: que todos podemos tener ese cuerpo perfecto si seguimos ciertos trucos. Pero no funciona así”.

Más allá de la estética

El mensaje de la nutricionista también tiene una carga emocional importante. “Es muy duro ver a personas que se esfuerzan, que hacen ejercicio, que cuidan lo que comen, y aun así se sienten frustradas porque no consiguen ese físico. Lo que no saben es que ese físico no es el resultado de batidos, sino de genética, filtros y mucha edición”, reflexiona.

Y aquí llega la parte más delicada de su advertencia. Porque todo esto no se queda en una simple decepción estética. Tiene consecuencias para la salud. Y no precisamente leves.

El riesgo que pocos mencionan

“Lo más preocupante —explica Farré— es que hay personas que consumen estos batidos sin saber cómo están sus riñones. Quizás tienen una función renal ligeramente alterada, algo que muchas veces ni siquiera saben, y el exceso de proteína puede ser el detonante de un problema serio”. Según la nutricionista, este es el gran peligro oculto de la moda proteica: el daño invisible que puede acabar pasándote factura sin que te des cuenta.

El producto estrella de muchos influencers puede no ser tan inocente como parece. Y aunque en algunos casos concretos tenga su utilidad, para la mayoría de la gente, simplemente no hace falta. Ni batidos, ni milagros. Solo información veraz. Y aquí, Júlia Farré ha querido dejarlo claro.