Froilán de Todos los Santos de Marichalar y Borbón vuelve a ocupar titulares por una situación que no parece mejorar con el paso del tiempo. Exiliado en Abu Dabi al igual que su abuelo, Juan Carlos I, en un intento de la Familia Real por alejarlo del foco mediático y los escándalos en España, el sobrino de Felipe VI enfrenta ahora un nuevo contratiempo que agrava su ya difícil presente.
Desde hace años, la imagen de Froilán se ha caracterizado por la ausencia tanto de un empleo estable como de una formación académica culminada. Todo el mundo recuerda polémicas en Madrid, vinculadas al mundo de la noche, algunas de ellas, con incidentes. Finalmente, se decidió que se marchara a Abu Dabi, donde reside Juan Carlos I.
La delicada relación con la Zarzuela
Según informaciones publicadas en medios especializados, en especial Monarquía Confidencial, Felipe VI no ve con buenos ojos la vida de Froilán y de Victoria Federica. El monarca mantendría mayor distancia de estos últimos debido a un comportamiento considerado “problemático y poco discreto”, con el objetivo de preservar la imagen de seriedad y responsabilidad que quiere proyectar la institución.
Problemas laborales en Abu Dabi
Varios medios relatan que no ha conseguido un trabajo estable y que ciertas empresas españolas con presencia en Abu Dabi han rehuido la posibilidad de contratarlo, con el fin de evitar verse involucradas en nuevas polémicas o roces con la Casa Real. El panorama, por el momento, se presenta complicado, lo que ha obligado al emérito, Juan Carlos I, a sostener económicamente al nieto mientras no halle otro modo de subsistencia.
La preocupación por su imagen
El esfuerzo de la monarquía por apartar a Froilán de la escena española respondía, en teoría, a la intención de mitigar situaciones embarazosas que pudieran empañar la reputación de Zarzuela. Sin embargo, las filtraciones que apuntan a la inactividad laboral y las continuas ayudas recibidas por el emérito prolongan la sensación de que el joven sigue inmerso en una rutina poco productiva.
Futuro en los Emiratos Árabes Unidos
El nuevo problema para Froilán de Marichalar no es solo su categoría de “nini” a ojos de la opinión pública, sino la perspectiva de que las grandes compañías internacionales no quieran verse relacionadas con él. A esto se suma la clara decisión de la Casa Real de no brindarle un salvavidas oficial, y la controversia sobre de dónde surge el dinero que lo sustenta día a día.