Un gesto aparentemente sencillo de la princesa Leonor ha despertado un auténtico terremoto en los pasillos de Zarzuela. Se trata de un rechazo medido, una decisión que ha sido interpretada como un “no” discreto, pero firme hacia una Casa Real que, hasta ahora, buscaba proyectar unidad máxima. Esta nueva maniobra podría estar marcando el inicio de una etapa con más independencia para las hijas de los Reyes.
Lo ocurrido: la presencia institucional de Leonor y Sofía como protagonista
El pasado 16 de julio de 2025, Leonor culminó su segundo año de formación militar en la Armada con la imposición de la Gran Cruz al Mérito Naval. El premio lo entregó su padre, el rey Felipe VI. Poco después, el miércoles 23 de julio, participó en los Premios Princesa de Girona. El domingo 27 viajó a Basilea para apoyar a la selección femenina en la final de la Eurocopa.
Aunque la joven heredera mostró apoyo al equipo español y transmitió ilusión ante las cámaras, muchas voces en redes sociales apuntaron a que sus intervenciones parecían ensayadas y carentes de espontaneidad.

Según algunos medios, Felipe VI habría impulsado un ajuste estratégico en la visibilidad de Letizia, con el objetivo de posicionar a Leonor y Sofía como escuela de protagonismo institucional gradual. Menos presencia de la Reina, más de sus hijas en actos oficiales.
Declaraciones oficiales y reacciones: entre orgullo y disenso silente
Desde los canales oficiales no ha habido desmentidos formales. La Casa Real ha destacado en ocasiones recientes el orgullo de Felipe VI y Letizia por el desempeño de Leonor en su formación militar. Durante la ceremonia de despedida en Cádiz, Letizia expresó ante el rey: “¿Dónde está mi chica?”, recibiendo una respuesta breve pero cargada de significado: “En el mismo sitio que antes”.
Fuentes internas, reflejadas en medios especializados, señalan que Letizia no habría respaldado plenamente la aceleración de protagonismo público a favor de sus hijas, especialmente en eventos que tradicionalmente encabezaba ella.

Reacción de la sociedad
Los comentarios en redes amplificaron la sensación de rigidez en las declaraciones de Leonor y Sofía desde el palco. En el extranjero, algunos medios elogiaron el saludo diplomático de Leonor al príncipe Guillermo. Destacaron su elegancia y empatía, y resaltando que vestían colores similares como un gesto de armonía entre casas reales.
La mirada internacional interpretó la actitud de las hermanas como un reflejo de discreta madurez institucional: presentes, pero sin eclipsar, firmes pero comedidas.
Letizia sigue vetando
Hasta ahora, Letizia habría vetado que sus hijas practicaran deportes como vela o equitación, habituales entre generaciones anteriores de la Casa Real. Según medios fiables, Leonor podría estar lista para romper esta tradición familiar ahora que es mayor de edad.

Por otra parte, Sofía ya asumió un papel creciente desde su mayoría de edad: protagonizó su primer acto en solitario entregando premios de Patrimonio Nacional el pasado diciembre.