Desde hace meses, La Revuelta de La 1 y El Hormiguero de Antena 3 compiten por el trono del prime time. Ambos programas han apostado fuerte para conquistar al espectador en franjas horarias clave. Mientras David Broncano lidera un formato fresco con invitados sorprendentes, Pablo Motos sigue confiando en su combinación de entrevistas y entretenimiento.
Pero, en esta pugna, hay un dato revelador que ha cambiado el panorama televisivo. El éxito de ambos programas radica en estrategias muy diferentes. La Revuelta ha optado por ampliar su duración y finalizar después de otros programas de referencia.
Esta táctica ha permitido captar parte de la audiencia residual, lo que explica sus recientes incrementos. Por otro lado, El Hormiguero mantiene una estructura tradicional, consolidando a su público fiel aunque enfrentándose a fluctuaciones en función de sus invitados.
Sin embargo, la batalla por el liderazgo en España no siempre se traduce en éxito en Catalunya. Aquí, TV3 sigue marcando diferencias con formatos únicos y plenamente enraizados en la cultura catalana. Es en este contexto donde entra en juego el programa de Marc Ribas, Joc de Cartes, que ha dado una lección de cómo conectar con la audiencia local.
Los datos lo confirman: Marc Ribas arrasa
El último episodio de La Revuelta alcanzó un 16,5% de cuota de pantalla en España, con más de 2 millones de espectadores. En Catalunya, logró un 15,3%, superando los 266.000 espectadores gracias a su estrategia de horario extendido.
Pero ni siquiera estos números fueron suficientes para liderar la noche en tierras catalanas. Joc de Cartes, con su carismático presentador Marc Ribas, logró un impresionante 20% de cuota de pantalla.
El programa gastronómico empezó fuerte con 313.000 espectadores al inicio del episodio. Aunque perdió algo de público hacia el final, terminó con 240.000 espectadores, consolidando su liderazgo. La fidelidad de la audiencia demuestra que el formato de TV3 sigue siendo un referente insustituible.
El éxito de un formato cercano
Joc de Cartes es mucho más que un programa de cocina; es una ventana a la diversidad gastronómica catalana. Marc Ribas, con su estilo cercano y su dominio culinario, ha sabido conectar con el espectador de una forma única. Cada episodio no solo evalúa restaurantes, sino que también cuenta historias que reflejan la riqueza cultural y emocional de Catalunya.
Mientras otros formatos luchan por atraer a la audiencia con grandes producciones, Ribas triunfa con autenticidad y proximidad. Este éxito no solo reafirma el poder de TV3 en el prime time, sino que también deja claro que no todo depende de presupuestos millonarios o nombres mediáticos.
A veces, la clave está en entender qué quiere ver el espectador y dárselo de forma honesta. La batalla por la audiencia sigue abierta, pero al menos en Catalunya, el reinado de Marc Ribas y Joc de Cartes parece indiscutible. Una vez más, TV3 demuestra que su conexión con la audiencia local es su mejor arma en el competido mundo del prime time.