Desde hace meses, la infanta Cristina muestra una preocupación inédita por su hijo mediano, Miguel Urdangarin, quien atraviesa una etapa incierta tras graduarse en Biología Marina. La princesa ha tomado medidas para evitar que su hijo se quede estancado ante un futuro laboral difuso.
Las idas y venidas profesionales de Miguel
Miguel concluyó sus estudios en Biología Marina en la Universidad de Southampton en 2023, tras una infancia fragmentada entre Suiza, Reino Unido y España. Tras una lesión en la rodilla mientras se preparaba como monitor de esquí en 2024, regresó a Ginebra y luego a Madrid.
A finales de 2024, comenzó a trabajar en una empresa de reciclaje enfocada en economía circular como técnico ambiental, un empleo que lo ilusionó por su compromiso ecológico. Sin embargo, esa etapa solo duró unos meses. Recientemente, se desvinculó y ha vuelto al punto de inicio.

Preocupación real: hospital y apoyo desde Zarzuela
Su última aparición pública fue en un hospital madrileño, acompañado de su novia, Olympia. Descartan una crisis sanitaria grave, pero la visita ha encendido las alarmas en el entorno familiar.
Desde principios de 2024, Miguel reside en un ala privada del Palacio de la Zarzuela junto a su abuela, doña Sofía Cadena. Allí compartía un ambiente más estable mientras su madre reforma su futuro hogar en Barcelona, con vistas a un regreso tranquilo una vez fallezca Juan Carlos I.
La infanta Cristina pide ayuda a su padre: el plan para un futuro estable
Fuentes cercanas a Zarzuela revelan que Cristina ha solicitado la intervención de su padre, el rey emérito, para facilitar oportunidades laborales a Miguel. El motivo: el joven ha sido rechazado varias veces, tanto en Reino Unido como en España, lo que ha generado nervios en su círculo más próximo.

El sobrino del rey vive un limbo entre Madrid, Ginebra y Reino Unido, sin residencia fija ni proyecto claro. Cristina busca que Miguel encuentre estabilidad y objetivo: “centrarse, formar una familia y dejar de dar quebraderos de cabeza” Cadena Dial.
Reacciones oficiales ante el problema
Hasta ahora, ni la Zarzuela ni la Casa Real han emitido declaraciones públicas. Lo poco que se sabe procede de algunos medios de comunicación que señalan su entrada al hospital y su situación profesional.
Iñaki Urdangarin, por su parte, se mantiene al margen. Desde que salió de prisión en 2025, vive en Vitoria, modestamente y volcado en su proyecto de coaching X. En su reciente entrevista con La Vanguardia, el exduque se mostró orgulloso no solo de Pablo, sino de todos sus hijos.

Miguel preocupa a sus padres y a su abuelo
La presión sobre Miguel Urdangarin llama la atención. Con una familia acostumbrada a manejar crisis públicas, la infanta Cristina adopta un papel activo para encauzar la vida profesional de su hijo. El relevo en su residencia –de Ginebra a Barcelona– y el apoyo de doña Sofía desde Zarzuela son señales de que busca un entorno estable.
Las preguntas que se hacen sus seguidores son claras. ¿Conseguirá Miguel encontrar un proyecto que se ajuste a sus estudios y aspiraciones? Lo que está claro es que la Infanta Cristina está haciendo todo lo posible para ponerle remedio.: