Oriol Mitjà, un destacado epidemiólogo catalán, se ha convertido en una voz de referencia en salud pública y enfermedades infecciosas en Catalunya. Conocido por su papel muy activo durante la pandemia de COVID-19, ha sido una figura muy clave tanto en los medios de comunicación como en el ámbito científico. Su trabajo en salud pública ha sido particularmente importante en la investigación de enfermedades tropicales, y sus declaraciones suelen tener un fuerte impacto social.
A lo largo de su extensa carrera, Mitjà ha demostrado un compromiso continuo por la educación en salud y por la prevención de enfermedades en situaciones de emergencia. Recientemente, en una intervención en el programa de radio 'Vostè primer', Mitjà compartió un importante mensaje. Dirigido a los voluntarios que trabajan en las tareas de limpieza en el País Valencià tras las inundaciones provocadas por la DANA.
Consciente de los grandes riesgos sanitarios que pueden afectar a quienes colaboran en la zona afectada, el epidemiólogo ha emitido una serie de advertencias y recomendaciones clave para evitar infecciones. “Hay riesgos sanitarios que pueden afectar a las personas que limpian el lodo”, advirtió Oriol Mitjà, resaltando el alto nivel de riesgo que implica el contacto con el lodo contaminado.
"Debes tener en cuenta los riesgos y tomar medidas de prevención"
Oriol Mitjà enfatizó que el lodo y las aguas residuales presentes en las áreas afectadas por las inundaciones están contaminados. Lo que incrementa el riesgo de infecciones para quienes tienen contacto directo con estos materiales.
Según el especialista, los síntomas de las infecciones leves pueden incluir diarreas, náuseas, vómitos y fiebre, que suelen manifestarse entre uno y tres días después de la exposición al lodo. Aunque se tratan de afecciones de corta duración, el impacto en la salud de los voluntarios puede ser considerable.
Además, Mitjà detalló los riesgos específicos como la hepatitis A, una infección que inflama el hígado y causa ictericia, una coloración amarilla de la piel y los ojos. “Cuando las ratas u otros roedores orinan en el agua y las personas entran en contacto con ellos, provoca esta enfermedad”, explicó el epidemiólogo.
Haciendo referencia a la leptospirosis, una enfermedad potencialmente grave y que puede surgir en condiciones de insalubridad extrema. Esta patología puede presentar síntomas más intensos que una gastroenteritis y puede tener consecuencias severas si no se trata a tiempo.
Medidas preventivas: vacunas, agua potable y uso adecuado de mascarillas
Mitjà también ofreció un conjunto de recomendaciones preventivas para los voluntarios y vecinos que estén trabajando en la limpieza y rescate en la zona afectada. “Antes de ir de voluntarios, debes revisar que estás bien vacunado de la hepatitis y el tétanos”, recalcó. La vacunación contra estas enfermedades es clave, ya que ayuda a reducir las posibilidades de infección en condiciones de exposición directa a materiales contaminados.
Asimismo, el epidemiólogo recomendó llevar agua potable y evitar el uso del agua proveniente de las inundaciones, incluso si se ha hervido. “No debe utilizarse el agua de la inundación bajo ningún concepto, ni siquiera si se ha hervido porque es muy contaminante”, explicó. Subrayando que este tipo de aguas contienen bacterias y otros contaminantes que no desaparecen simplemente al hervir el agua.
Finalmente, aunque el uso de mascarilla no es imprescindible, Mitjà aconsejó utilizarla en la medida de lo posible. Para protegerse de partículas y evitar inhalar sustancias potencialmente nocivas que pueden estar presentes en el ambiente.