Agosto llega a su fin y, con él, la inevitable sensación de transición hacia septiembre. Ese mes que no solo ocupa el noveno lugar en el calendario, sino que también simboliza un verdadero renacer. Para muchos es una especie de 'año nuevo' cargado de nuevas oportunidades, algo que podría pasar con la Familia Real británica y el príncipe Harry.
En este ambiente de renovación, todas las miradas se dirigen hacia los duques de Sussex. Quienes afrontan el próximo curso con una mezcla de esperanza, compromiso y la posibilidad de un cambio histórico en sus vínculos con la monarquía británica.

El príncipe Harry y Meghan Markle encaran un otoño que se perfila decisivo. Atrás quedan años marcados por la polémica: la renuncia a sus obligaciones reales en 2020, la mudanza a Estados Unidos en busca de independencia financiera... La muerte de Isabel II pareció sellar definitivamente la distancia, borrando el último puente de comunicación que unía a ambas partes.
El príncipe Harry quiere un acercamiento con la Familia Real británica
No obstante, septiembre trae consigo un soplo de esperanza. La incógnita que ronda en los pasillos de Buckingham y en las páginas de la prensa británica es clara: ¿será posible la tan esperada reconciliación?
Un breve intento se produjo cuando Harry viajó a Londres para acompañar a su padre tras el diagnóstico de cáncer. Aunque aquel gesto fue interpretado como una oportunidad de acercamiento, el contacto no se prolongó en el tiempo.

Hoy, sin embargo, el hijo menor del monarca parece decidido a tender la mano. “Me encantaría reconciliarme con mi familia. No tiene sentido seguir peleando, la vida es preciosa”, confesó hace apenas unas semanas, en unas palabras que han encendido la ilusión de muchos.
El equipo de Harry se ha reunido con el de la Familia Real británica
De hecho, este verano se han mantenido conversaciones privadas entre asesores de Carlos III y del matrimonio Sussex en la capital británica. Unos encuentros discretos, pero prometedores, que habrían permitido suavizar tensiones y marcar las bases de un entendimiento.

Entre las propuestas que Harry ha puesto sobre la mesa destaca su compromiso de compartir con la Casa Real los detalles de su agenda pública. La idea, según trascendió, es evitar choques de calendario o contraprogramaciones que en el pasado avivaron roces y titulares incómodos. Se trata de un gesto que busca demostrar voluntad de cooperación y respeto hacia la institución que dejó atrás, pero de la que sigue formando parte por lazos de sangre.
Solo el tiempo dirá si estas intenciones cristalizan en una reconciliación o si, por el contrario, se quedarán en un intento más en la larga historia de desencuentros. Lo que sí es seguro es que la expectación en la Familia Real británica es máxima. Y mientras septiembre asoma en el horizonte, el mundo entero aguarda para ver si Harry logra dar el paso definitivo hacia la paz familiar.