Joc de Cartes se ha desplazado hasta Tarragona para una ‘batalla’ entre restaurantes tradicionales y otros de cocina creativa. Un tipo de rivalidad que el programa de cocina ya ha explotado en otras ocasiones y que suele dar buen resultado. Tanto de audiencia como de enfrentamiento entre los concursantes. Al inicio del programa ya se podía ver como todos ellos cargaban contra el concepto diferente al de su restaurante. La cosa prometía.
Los cuatro restaurantes de 'Joc de Cartes' del 3 de enero
En el restaurante Octopussy pudimos ver a Raül Cid, su encargado de relaciones públicas. Este restaurante hace cocina de toda la vida con un toque creativo. En el Crank, la jefa de sala Meritxell Moya defendió esta propuesta creativa y muy basada en la cocina peruana.
En la parte tradicional, Ani de ‘El Rincón de Ani’, dejó la arquitectura para pasarse a la gastronomía. Y ya lleva 16 años. También Maria Hernando, gerente del ‘Restaurant Casa Bartra’. Es el restaurante de un hotel y lo lleva la tercera generación de la familia. Un local muy arraigado en la ciudad.
Empiezan las hostilidades
El primer restaurante visitado fue Casa Bartra. Las críticas no se hicieron esperar. El espacio no acabó de gustar y el debate sobre si las patatas eran o no congeladas sirvieron a Ani para incrementar sus ataques a varios aspectos de la comida. En lo que si coincidieron bastante es que el concepto de cocina tradicional no se ajustaba a la realidad del restaurante. Pese a ser el más barato de los cuatro restaurantes, sus oponentes criticaron bastante el precio.
El Rincón de Ani fue la siguiente parada. Nada más entrar, María aprovechó para criticar varios elementos como las plantas artificiales. El enfrentamiento entre los dos restaurantes de cocina tradicional se hacía aún más evidente cuando María fue muy crítica con el precio en base a la comida.
Consideraba que la escarola era de bolsa y también se guardó, como veremos más adelante, una bala para disparar a cuenta del tartar. El Rincón de Ani fue el protagonista de dos anécdotas. Hubo mofas por algunos errores de traducción de la carta y el cocinero se parecía a Dani Rovira.
La propuesta del Crank, la que consideramos favorita hace unos días cuando presentamos la noticia sobre los restaurantes participantes, empezaba bien. Convencía su espacio aunque rápidamente todo se hundió por culpa de una cocina que el resto de concursantes consideraron sucia y con algunos problemas graves de higiene. La cocina nikkei, que combina elementos peruanos y japoneses, gustó aunque hubo críticas a la falta creatividad.
Finalmente también se criticó que el chef principal del servicio fuera el de otro restaurante, propiedad del mismo dueño. No obstante, desde el Crank consiguieron justificar que trabajaba habitualmente allí.
Muchas dudas en el Octopussy
La ruta del programa finalizaba en el Octopussy. El relaciones públicas del restaurante dio cierto espectáculo pero a la vez generó debate entre sus rivales. ¿Estaba siempre allí? ¿Sólo hacía de relaciones públicas? Muchas dudas quedaron en el aire especialmente porque Meritxell, que había trabajado en el restaurante, dijo que nunca le había visto por allí.
Maria fue crítica - una vez más - con detalles superfluos acerca de la decoración. El Octopussy quedó como un establecimiento un poco pretencioso, intentando hacer pasar por cocina creativa algo bastante simple. Mucho producto congelado y, según el resto de concursantes, en algunos casos mal cocinado no ayudaron a que tuviera buena puntuación. Pero lo peor fue algo que vio Marc Ribas y que contaremos más adelante.
Puntuaciones muy igualadas. Marc Ribas desempata con el plato estrella
Las puntuaciones fueron bastante bajas -poco más del 6 - y muy igualadas. Al conocerse como se habían puntuado mutuamente volvieron a aflorar tensiones, especialmente entre Ani y María. El 3 que había puesto María a su rival en dos aspectos la hizo enfadar mucho. La propietaria de Casa Bartra se quejó porque no le habían preguntado como quería el steak tartar. Además no entendía como le podían salir los números a Ani con 11 trabajadores e incluso Marc Ribas intervino para dejarla sin argumentos.
Los representantes de los restaurantes de cocina creativa también tuvieron un encontronazo cuando Meritxell reprochó a Raul que habían montado diferente los platos respecto a lo habitual. La explicación era clara: el equipo de cocineros no era el habitual. Los espectadores ya pudieron comprobar como algunas cosas no cuadraban. Posiblemente alguien del equipo alertó a Marc Ribas, quien se dirigió a la cocina para ver qué ocurría. Ribas demostró tener tablas y con un par de preguntas se dio cuenta de todo.
Marc penaliza los engaños. Puso un 0 a la cocina del Octopussy, lo que hizo bajar mucho su nota final hasta quedar en última posición. La mejor nota del presentador fue un 7'2, para el Crank, el restaurante al que dimos por favorito en XCatalunya. Pese a esto, el restaurante de cocina Nikkei no fue el ganador final. El medio punto del plato estrella fue para Casa Bartra, lo que le aupó con la victoria y los 5000 euros del premio. El plato estrella sí que representaba la cocina tradicional. Un primer plato: un hojaldre con pimientos asados y ventresca de atún.
El 0 de Marc Ribas al Octopussy genera revuelo en redes
La decisión de Marc Ribas ha sido ampliamente comentada en redes sociales. En grupos de Facebook de aficionados a 'Joc de Cartes' se han podido leer comentarios de todo tipo aunque la mayoría apoya la decisión del mediático cocinero. "Un 10 para Marc" o "Muy bien Marc, un 0 para los farsantes", han sido algunos de los más celebrados.
¿Realmente los de Tarragona eran restaurantes de cocina tradicional o cocina creativa?
Otro aspecto criticado en redes sociales ha sido la elección de los restaurantes. ¿Eran representativos de lo que decían ser? Los dos tradicionales no tenían muchos platos hechos con tiempo y calma, como dicta la cocina tradicional catalana. Los dos de cocina creativa tenían muchos platos que se pueden encontrar en la mayoría de restaurantes. De hecho Ani aseguró que las lágrimas de pollo del Octopussy eran un pollo rebozado de toda la vida.
"Ensaladas, patatas bravas, anchoas... ¿eso es buscar una cocina creativa? ¿qué esperan encontrar?" o "Y unas anchoas y unos fingers de pollo. Hay un chup chup que marea", han sido algunos de los comentarios que se han podido leer en Facebook. En Twitter han sido en sentido similar.
¿Seguirá la polémica la próxima semana? Lo podremos saber el miércoles 10 de enero. Marc Ribas y el equipo del programa viajarán hasta la comarca de Osona para coronar a la mejor restauradora de la zona.