Todo vitalidad, enérgica y apasionada... así era Karme Màlaga, una de las actrices catalanas más comprometidas y bellas del panorama cinematográfico, que nos ha dejado tras una larga lucha contra un cáncer devastador. El encargado de oficilizar su fallecimiento, ha sido uno de sus mejores amigos, el gran periodista cinematográfico Pere Vall, a quien llamaba cariñosamente como "tío Pere". Vall ha publicado un emotivo tuit de despedida.
Como muchos de nuestros intérpretes, Karme optó por salir de nuestro territorio, estableciéndose en París, donde asentó su residencia principal tras comprobar que en Catalunya no disfrutaba de la suerte que merecía. Con un estilo dominante y capaz de atraparnos con su envolvente mirada, su atractivo la asemejaba a la de las grandes musas del cine, siendo Brigitte Bardot el molde que más se asemejaba a Karme, tanto por su magnetismo y belleza, como por su forma de andar y moverse ante la cámara. Karme Màlaga hubiera sido perfecta para el personaje que la Bardot interpretó en El desprecio, de Jean-Luc Godard.
Godard nunca dirigió a Karme, pero quien sí lo hizo, y en más de una ocasión, fue el malogrado Ventura Pons. Entre el cineasta catalán y la actriz se inició una fuerte amistad, una de esas tan sinceras y honestas que caracterizaba el estilo de Karme. Y es que su sentido de la amistad era así de fuerte, se entregaba a la gente que admiraba y junto a la que disfrutaba de la vida, de la ambición por el trabajo bien hecho, pero también y muy especialmente, para compartir su humanidad con gran transparencia y generosidad.
Chica Pons
Ventura Pons la dirigió en tres películas, convirtiéndola en una de sus musas: todavía muy jovencita en el thriller La vida abismal (2007), a través del drama Miss Dalí (2018) y, finalmente, en el festivo musical Be Happy! (2019). Puede que los espectadores más perspicaces de TV3 la recuerden por sus fugaces intervenciones en algunas de las series icónicas de la cadena, como en Ventdelplà, Polseres vermelles i La Riera. Su debut en televisión fue interpretando a una camarera en El cor de la ciutat.
También destacó en los escenarios, dando vida a personajes de distinto calibre, siendo una de sus interpretaciones más destacadas la de Ruth en Retorno al hogar, de Harold Pinter, que interpretó en un montaje de 2013.
Karme Màlaga era una mujer de inteligencia privilegiada, culta y enormemente creativa; hablaba cinco idiomas con absoluta fluidez, trabajó con Jack Waltzer, coach particular surgido del mítico Actors Studio. Su forma de entender y amar la actuación la convirtieron en una actriz con múltiples facetas y habilidades. Sin embargo, la ceguera con la que muchos productores de este país desaprovechan oportunidades como la de contar con las cualidades interpretativas de Karme Màlaga, frustraron injustamente su carrera. Karme estaba dolida por no disponer de oportunidades en su amada Catalunya, y no podía esconder la tristeza porque TV3 no contara con ella para ninguno de sus proyectos. Karme mereció mucho más, pero siempre seguirá presente en el recuerdo de todos aquellos que la hemos admirado, dentro y fuera de cualquier pantalla. DEP.