La relación entre el Rey Emérito Juan Carlos I e Iñaki Urdangarin ha sido un tema de interés constante desde que el escándalo del caso Nóos estallara, empañando la Familia Real. La conexión entre el Rey Emérito, su hija, la Infanta Cristina, y su yerno, ha estado bajo una lupa, especialmente tras las últimas declaraciones del monarca exiliado a Abu Dhabi.
En los últimos años, el Rey Emérito ha mostrado su preocupación por el comportamiento de Iñaki Urdangarin, quien tras su paso por prisión, parece haber cambiado de personalidad. La Infanta Cristina, quien sigue manteniendo una relación cercana con él debido a que es el padre de sus hijos, se ha convertido en una fuente de tensión en la familia. La constante atención pública sobre ellos ha hecho que las opiniones del rey emérito cobren mayor relevancia.
Unas duras declaraciones
Recientemente, el padre del Rey Felipe VI expresó abiertamente a su círculo íntimo que Iñaki Urdangarin“se ha trastocado”, describiéndolo como alguien que ya no es el mismo. Estas palabras, que han circulado entre personas cercanas a la familia, reflejan una mezcla de preocupación y frustración, especialmente por la relación que la Infanta Cristina continúa manteniendo con su exmarido. Pese a su divorcio, Cristina ha defendido en varias ocasiones a Iñaki, una situación que parece desconcertar a su padre.
El cambio de Urdangarin tras su salida de prisión no ha pasado desapercibido. Su profunda inclinación hacia la religión y su interés obsesivo en la lectura de textos religiosos son algunos de los comportamientos que han llamado la atención del Rey Emérito Juan Carlos. Este último no ha dejado de señalar que su exyerno ya no es la persona que conocieron antes del escándalo que arruinó su reputación y la de la Casa Real.
En medio de todo esto, la posición de la Infanta Cristina es ambivalente. Aunque decidió separarse oficialmente de Iñaki tras el caso Nóos, sigue mostrando un apoyo hacia él que incomoda a sus familiares. Juan Carlos, en tono jocoso, ha mencionado en varias ocasiones que terminó "pagando el pato" por las acciones de Urdangarin, refiriéndose a las implicaciones legales que afectaron a su hija.
El distanciamiento entre el Rey Emérito y su exyerno es evidente, y las escasas ocasiones en que se han visto en los últimos años no han contribuido a mejorar la situación. Una de las últimas veces que coincidieron fue en la graduación de Irene Urdangarin, donde el monarca mostró su afecto hacia su nieta, pero Iñaki optó por mantenerse alejado del foco.
Lo que parece claro es que, aunque Urdangarin desea llevar una vida más discreta tras su paso por prisión, la sombra de la familia real lo persigue todavía. Las tensiones dentro de la familia continúan, y la Infanta Cristina, quien intenta mediar entre su padre y su ex marido, se encuentra en una posición muy incómoda. Solo el tiempo dirá si este distanciamiento se mantendrá o si habrá un acercamiento eventual entre los antiguos miembros de la familia real.