En pleno puente de diciembre, el más largo del año, conocíamos la muerte de la actriz española, Itziar Castro. Moría el pasado 8 de diciembre en la localidad de Lloret de Mar (Girona) y pronto las redes sociales se llenaban de mensajes de pésame y de cariño. Sus seguidores, los aficionados al teatro y los compañeros del mundo de la cultura arropaban a familia y amigos y veían, con incredulidad, los mensajes gordófobos e irrespetuosos.
El director y guionista Frankie de Leonardis, amigo personal de la actriz, lo comunicaba a través de redes sociales: "Es con profundo pesar que informamos del fallecimiento de la talentosa actriz Itziar Castro, ocurrido la pasada noche. Con una carrera destacada en la industria del entretenimiento, Castro dejó una huella imborrable con su notable actuación y carisma". Se unían también diferentes personalidades políticas como Irene Montero e Ione Belarra, además de personajes del mundo del periodismo como Carme Chaparro y Julia Otero.
La Casa Real quiso despedirse de ella dejando claro que fue un "ejemplo social". Unas muestras de pésame que no han gustado a Hermann Terstch, diputado del VOX en el Parlamento Europeo: "Señor, los españoles están alarmados por un golpe de Estado, por un gobierno pactado con criminales, por una amnistía que destruye toda legalidad, todo resto de igualdad, amenaza la seguridad y vida de nuestros hijos y nietos y hunde a España cada vez más en la miseria, la tiranía y el abuso. Muchos le tenemos que rogar encarecidamente que pida a la Casa Real revise sus prioridades".
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Según Tertsch, la Familia Real no tiene en cuenta las prioridades de los españoles. Considera que impedir un trámite parlamentario como es la aprobación de la Ley de Amnistía negociada por PSOE, Sumar y los partidos independentistas es más importante que reconocer el trabajo a una actriz.
Tersch forma parte de un partido, VOX, liderado por Santiago Abascal, que últimamente ha criticado el papel del Rey Felipe VI, considerando que debería haber impedido las supuestas cesiones por parte de Pedro Sánchez ante las exigencias de los partidos catalanes y vascos. Igualmente, ante las protestas en la calle Ferraz, sede del PSOE, insinuó que los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado no deberían cumplir las órdenes procedentes del Ministerio del Interior. El mismo dirigente que hace unos días también dijo que “habrá un momento en que el pueblo querrá colgar de los pies a Pedro Sánchez”.