Desde que el ex jugador del F.C.Barcelona y de la sección española, decidió continuar su carrera profesional como futbolista en Japón, todavía parecía encajar en sus propósitos de convertirse en estrella del fútbol nipón, sin la presión que ejercía el continente europeo. Pero, por lo que parece, no todo le terminó saliendo sobre ruedas durante su etapa en el continente asiático.
Durante el periodo comprendido entre 2018 y 2023, el de Fuentealvilla jugó con el Vissel Kobe, de la ciudad japonesa de Kōbe, situada en la isla de Honshu. Iniesta llegó a Japón en condición de estrella mundial de fútbol, bajo la premisa de ser uno de los futbolistas más admirados de la historia. En el mismo equipo, con anterioridad, habían militado otras leyendas, como Michael Laudrup, Lukas Podolski y David Villa, entre otros.
A pesar de que Andrés Iniesta aprovechó su condición de estrella para convertirse en el jugador estandarte, no tan solo de su equipo, sino que, por extensión, de toda la liga japonesa, sus huellas en territorio japonés están quedando un tanto en entredicho. Según una información del canal NHK, el encumbrado futbolista acumularía un impago de impuestos durante su estancia en Kōbe, que ascendería a 580 millones de yenes (unos 3,5 millones de euros).
Perjudicando su reputación
Andrés Iniesta ha sido siempre un verdadero ejemplo como deportista: sus logros técnicos han ido acompañados de su reputación como gran persona, próxima, sensible y sin arrogancias. Hasta ahora había permanecido lejos de cualquier escándalo que pusiera en entredicho su imagen personal y profesional. Sin embargo, ahora debe enfrentarse a una amenaza de evasión de impuestos que está trastocando esa reputación que parecía inmarchitable.
La relación de Iniesta con la ciudad que le acogió durante cinco años era tan grande, que incluso le hicieron embajador cultural de Kōbe. La sorpresa ha saltado cuando la Agencia Tributaria japonesa le está reclamando esa cantidad de dinero, en la que también se incluyen recargos derivados de impagos fiscales.
A sus 39 años, Andrés Iniesta sigue ejerciendo de futbolista profesional, jugando en el Emirates Club, uno de los cinco clubs más poderosos de los Emiratos Árabes. Iniesta justificaría el fichaje y su salido del país asiático, mediante declaraciones como esta: «Cuando salí de Japón, agradezco el interés que tuvo mucha gente en poder contar conmigo, pero finalmente aquí sentí que querían que estuviese, mucha confianza del presidente y del club, no solo a nivel futbolístico sino en todos los sentidos, y eso resultó fundamental».
Justo cuando parece que su carrera como jugador profesional está llegando a su fin, el legendario futbolista albaceteño, debe afrontar un episodio que perjudica esa imagen icónica como verdadero ejemplo a seguir.