Hombre de cabello canoso con traje formal mirando hacia atrás y un gráfico rojo con el número 180 y una flecha curva

Giro de 180º en la vida de Carlos III: Decisión por culpa de su enfermedad

Cambios muy importantes en la vida del monarca

La imagen del  rey Carlos III montando a caballo en el desfile del Trooping the Colour en junio de 2023 será recordada como un momento emblemático. Sin embargo, lo que parecía una estampa tradicional pudo ser su última aparición ecuestre. Su reciente decisión de abandonar la cabalgata a favor de un carruaje representa un giro de 180º motivado por su delicado estado de salud.

El monarca, diagnosticado con cáncer a principios de 2024, ha visto cómo su tratamiento y recuperación han influido en sus compromisos oficiales, rompiendo con una práctica que marcaba tanto su papel como la tradición real.

Cambios respecto del año pasado

El próximo 14 de junio, durante el Trooping the Colour, Carlos III  no cabalgará por segundo año consecutivo, optando por recorrer el desfile en un carruaje junto a la reina Camila. Según fuentes del Times recogidas por Informalia, este cambio responde a recomendaciones médicas ante el esfuerzo que implica mantener horas a lomos de un caballo.

Hombre mayor de cabello canoso con traje oscuro junto a un auto y una sirena de alerta roja dibujada a su lado
Montaje en el que aparece el Rey Carlos III y un símbolo de alerta | XCatalunya, redes

Evidencian que el monarca carece de la fuerza necesaria para sostener la rutina ecuestre, y queda claro que no se trata solo de una decisión temporal, sino de una renuncia definitiva a la tradición ecuestre.

Desde 2023, Carlos III  había retomado la tradición que su madre, la reina Isabel II, había cancelado en 1986 tras retirarse su yegua Burmese. No obstante, el caballo Noble mostró nerviosismo durante aquella edición, adelantándose en el recorrido hasta que el rey logró tranquilizarlo con gestos suaves y expresivos. El incidente no solo fue anecdótico, sino revelador: montar a caballo bajo presión resulta exigente incluso para alguien con amplia experiencia ecuestre y en plena lucha contra el cáncer.

Declaraciones oficiales y reacciones

El Palacio de Buckingham, sin mencionar la palabra "recaída", ha admitido que el tratamiento en curso requiere ajustes en la agenda del rey y confirma que el uso de carruaje se extenderá a futuras ediciones del desfile. Sin embargo, desde la  Casa Real aseguran que Carlos III mantiene otros compromisos institucionales, como audiencias y recientes viajes oficiales, incluyendo uno a Canadá.

Hombre con uniforme militar y gorra, fondo morado.
Rey Carlos III | XCatalunya, @theroyalfamily, Canva Creative Studio

En este contexto, se ha destacado que la enfermedad es “manejable aunque incurable”, y que aunque puede “fallecer con cáncer, no de cáncer”, sigue viviendo con la condición y participando en sus responsabilidades reales. Su actitud ha sido descrita como manejable y resiliente, con un tono de optimismo que busca transmitir calma al público.

Diagnóstico médico

El diagnóstico del rey se produjo tras una intervención por hipertrofia de próstata en febrero de 2024, derivando en un tratamiento que ha requerido hospitalizaciones puntuales, incluyendo un ingreso en marzo por efectos adversos. A pesar de ello, recuperó la normalidad y continuó con actos públicos, como recibir embajadores o visitar la London Clinic y retomar su agenda de manera progresiva.

Este año, el impacto en el Trooping coincide con el regreso de su nuera, la princesa de Gales, después de superar un cáncer diagnosticado también a principios de 2024. Su recuperación silenciosa y prudente contraste con la visible adaptación del rey.

Reacciones en redes sociales

A lo largo de estos meses, Carlos III  ha mostrado una actitud optimista, mencionando en público que se encuentra en "la mejor fase" del tratamiento durante actos como su visita a Bradford, donde enfatizó la importancia de la nutrición complementaria al tratamiento médico actualidad.

Asimismo, durante una ceremonia en Lancaster, bromeó con un veterano señalando que debería “seguir bebiendo whisky”, un gesto que alivió el ambiente y dejó patente su cercanía y tono humano en medio de la enfermedad.

Tras su hospitalización en marzo, fue captado por la prensa en Clarence House antes de trasladarse a Highgrove, donde su aspecto saludable reforzó la estrategia de comunicación estratégica del palacio, diseñada para evitar especulaciones sobre su estado real elpais.com.