La noticia de la separación entre Pep Guardiola y Cristina Serra ha tomado un nuevo rumbo inesperado. Tras más de tres décadas juntos, la pareja ha decidido iniciar los trámites de divorcio de una manera poco convencional: han optado por compartir el mismo abogado para gestionar su separación, buscando así mantener la cordialidad y evitar enfrentamientos legales.
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Un divorcio amistoso y sin conflictos
Según informó la periodista Lorena Vázquez en el programa Y ahora Sonsoles de Antena 3, tanto Guardiola como Serra desean que el proceso sea lo más amistoso posible, especialmente por el bienestar de sus tres hijos: Maria, Màrius y Valentina. Al contratar al mismo representante legal, la pareja demuestra su intención de llevar a cabo una separación sin disputas económicas ni personales. Vázquez destacó: "Quieren que sea amistoso por el bien de sus hijos. No habrá problema a nivel económico"
La distancia, factor determinante
Aunque la noticia de la separación se hizo pública en enero de 2025, fuentes cercanas a la pareja indican que la decisión se tomó en diciembre de 2024. Uno de los factores clave en la ruptura fue la renovación del contrato de Guardiola con el Manchester City hasta 2027, lo que implicaba una prolongación de su estancia en Inglaterra. Mientras tanto, Cristina Serra había regresado a Barcelona en 2019 para centrarse en su empresa de moda, lo que llevó a la pareja a mantener una relación a distancia durante varios años.
Reacciones y estado emocional de la pareja
La exposición mediática ha añadido presión al proceso de divorcio. Lorena Vázquez señaló que Cristina Serra se siente afectada por verse en las revistas del corazón, ya que siempre ha mantenido un perfil discreto. A pesar de la situación, ambos están aliviados de que se haya aclarado que no hubo terceras personas involucradas en su separación.
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Por su parte, Pep Guardiola ha sido visto en apariciones públicas aún portando su anillo de bodas, lo que ha generado especulaciones sobre sus sentimientos respecto a la separación. Sin embargo, fuentes cercanas indican que, aunque la decisión es firme, ambos mantienen una relación de respeto y cordialidad.
Un enfoque en la familia y el futuro
A pesar de la separación, la prioridad de Guardiola y Serra sigue siendo el bienestar de sus hijos. La pareja ha acordado términos económicos sin conflictos y busca que el proceso de divorcio afecte lo menos posible a su familia. Este enfoque demuestra la madurez y el respeto mutuo que han cultivado a lo largo de los años.
La historia de Pep Guardiola y Cristina Serra es un recordatorio de que, incluso en momentos de cambio y separación, es posible mantener la cordialidad y el respeto, priorizando siempre el bienestar de la familia.