Una revelación inesperada ha sacudido los cimientos de Pasapalabra. La historia de una concursante que prometía ser gallega ha dado un giro sorprendente. Lo que parecía un secreto bien guardado ha salido a la luz, generando atención mediática y emoción en redes sociales.
Lo revelado sobre su origen sorprendente
Casi un mes después de su debut en el programa el 19 de noviembre de 2024, Rosa Rodríguez decidió compartir un dato personal desconocido hasta ahora. No nació en La Coruña, como se suponía, sino en Quilmes, cerca de Buenos Aires, Argentina. Llegó a España siendo una niña de siete años junto a sus padres, Irma y Tino, que emigraron con el deseo de brindarle un futuro mejor.
Hasta ese momento, su imagen en plató se asoció con Galicia. No obstante, sus palabras frente a Roberto Leal en El Rosco sorprendieron a muchos. Rosa explicó que su identidad es doble: argentina de nacimiento, gallega por adopción, y rioplatense en el corazón.

La exclusiva fue difundida a través de una entrevista en la web del concurso, donde Rosa rompió su reserva habitual y agradeció públicamente el esfuerzo de sus padres. En redes sociales, el periodista Nacho Molina destacó que la revelación coincidió con el primer mes de su participación okdiario.com. El gesto fue tierno y cercano, y generó una avalancha de comentarios positivos desde espectadores que valoraron su sinceridad.
Su trayectoria en Pasapalabra y contexto previo
Rosa se incorporó al programa, sin experiencia previa, como profesora de inglés y lengua castellana apasionada por la repostería. En su presentación confesó que su especialidad eran los bizcochos de limón.
Su desempeño ha sido espectacular. Con más de 130 programas consecutivos, se convirtió en la mujer con más permanencias en la historia del concurso. Tras superar el récord anterior de 87 apariciones de Paz Herrera, llegó a su programa número 100 sin presión y con una actitud relajada.

Su duelo actual con Manu Pascual es uno de los más longevos del formato. Ha hecho sombra incluso a parejas icónicas como Pablo Díaz y Luis de Lama o el histórico binomio de Orestes Barbero y Rafa Castaño.
Qué significa su revelación para su imagen pública
Esta noticia humaniza aún más a Rosa. Su capacidad para reconocer sus raíces y agradecimiento hacia sus padres la posiciona como una concursante cercana y sincera. No se trata solo de un talento en el rosco, sino de alguien con historia, y eso conecta con la audiencia en un nivel emocional.
Además, su reflexión sobre la escasa presencia femenina en concursos duraderos ha abierto el debate. Señaló que muchas mujeres no disponen del tiempo necesario para permanecer tanto como ella y que referentes como Sofía Álvarez resultan fundamentales.