Estos días, la princesa Leonor se encuentra en Jaca, asistiendo a un curso en la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales (EMMOE), en Candanchú.
A sus 18 años, la joven sucesora de la corona española, siente la necesidad de salir y divertirse como cualquier chica de su edad. Pero su condición como monarca condiciona sobremanera sus decisiones y le limita sus actuaciones, comportando cierto desánimo y tensión. Sin embargo, de vez en cuando, es advertida mezclándose entre compañeros de generación, como cuando recientemente fue vista y grabada en vídeo mientras montaba en unos autos de choque y fotografiada por las calles de Jaca junto a otros integrantes de la Academia General Militar.
Leonor sabe que siempre que sale lo debe hacer en compañía de sus guardaespaldas, siempre pendientes de ella y de cualquier movimiento que realice. Estos guardan un cordón a su alrededor en el que no se permite el acercamiento y su protección es máxima. De hecho, cada vez que va a una discoteca o pasea por alguna calle, sus protectores se encargan de revisar que nadie se le acerque ni le haga ninguna fotografía, incluso llegando a revisar el contenido de móviles potencialmente sospechosos.
La actitud de Leonor hacia los ciudadanos
Es constante el interés de muchos ciudadanos en sacar alguna instantánea de la princesa cuando es advertida socialmente, pero los guardaespaldas siempre les advierten que no aceptarán ninguna fotografía. La princesa parece mantenerse al margen de todas esas demandas, porque cuando alguien se le acerca relativamente para hacerse una selfie junto a ella, Leonor los ignora y ni tan siquiera les mira, provocando más de una frustración hacia aquellas personas que se ilusionan ante la posibilidad de guardar un recuerdo junto a ella.
Esa forma de ignorancia, que algunos se toman como un claro síntoma de menosprecio, está provocando que el comportamiento de superioridad de la joven princesa, se está comparando con la consabida frialdad que suele transmitir su madre, la reina Letizia, durante sus presencias públicas ante la sociedad. Desde algunos medios internacionales, se han hecho eco del deseo de Leonor por salir con sus amigos y pasarlo bien. Para la publicación alemana Bunte, "a Leonor le espera un futuro apasionante. Pero a veces la heredera al trono disfruta de su vida privada. Se merece un poco de diversión y ligereza".
Con o sin diversión y ligereza, lo cierto es que muchos desearían algo más de simpatía en sus apariciones, lo que facilitaría una mujer imagen tanto de ella como de la monarquía, que a su vez ayudaría a mejorar la imagen de la Casa Real. Sin embargo, la heredera parece sentirse muy orgullosa con su situación, recientemente, tanto ella como la infanta Sofía han sorprendido a los Reyes Felipe VI y Letizia, dirigiendo unas palabras de agradecimiento dirigidas a sus progenitores. “Hemos aprendido en estos 10 años, gracias a nuestros padres, el compromiso con los españoles. Mamá, papá: gracias”.