Las parejas y esposas de los futbolistas del Real Madrid, como las de cualquier otro de los equipos de la élite, se mantienen en el primer plano del foco mediático a través de un colectivo a quienes se las denomina WaGs (acrónimo de Wifes and Girlfriends).
Una de las últimas en integrarse en este selecto grupo de mujeres ha sido Luna Serrat, nieta del legendario cantautor catalán Joan Manuel Serrat. Luna reside en Madrid, estudia interpretación y anhela convertirse en personaje famoso. Por ahora, su romance con un jugador del equipo blanco está favoreciendo su escalada hacia la popularidad, pues es la actual novia de Dani Ceballos, futbolista merengue que, a pesar de no ser ni mucho menos una pieza clave del equipo, puede presumir de militar en el equipo que reina en Europa. A sus 27 años, el jugador andaluz y la nieta de Serrat, mantienen una relación desde hace un par de años.
Ceballos llama a Luna con el cariñoso apodo de "mi shulita". Ella asistió al encuentro de la última final de la Champions League que se disputó en el estadio de Wembley, que sirvió para volver a coronar al conjunto entrenado por Carlo Ancelotti como campeón de Europa. Luna asistió acompañada de la hermana del futbolista, apoyando al equipo blanco y, muy probablemente, incomodando a ese gran culé confeso que siempre ha sido su abuelo, Joan Manuel Serrat. A veces, los caprichos del corazón nos deparan sorpresas como esta.
Bajo el peso del apellido Serrat
La nieta mayor de Joan Manuel Serrat quiere subirse a un escenario y que se la conozca como actriz y para ello lleva un tiempo formándose en la escuela de Raquel Pérez, una de las más conocidas entre los jóvenes actores en la capital española. Luna Serrat es hija del primogénito del cantante, Queco, que vive alejado de los medios y trabaja en producción de televisión. Tras licenciarse en Periodismo y Comunicación Audiovisual en la universidad San Pablo CEU de Madrid y desde un inicio tuvo claro que quería encaminar sus pasos hacia el periodismo musical, por lo que comenzó haciendo prácticas en una conocida cadena radiofónica para luego trabajar ahí varios años.
Sin embargo, su verdadera vocación es la interpretación, por lo que se apuntó a clases con Raquel y ha conseguido dar sus primeros pasos en los escenarios, a través de pequeñas representaciones. Con respecto a la música, se está formando en la Academia Juke Box, especializada en canto y teatro musical. Como se puede detectar en las publicaciones de su cuenta de Instagram, su talento como cantante es para tenerlo en cuenta.