Los catalanes que tienen que desplazarse cada día con Rodalies sufren las consecuencias de la falta de mantenimiento y de inversión de las infraestructuras. La mayoría de trenes acumulan retrasos y los que funcionan van llenos hasta la bandera porque no hay la frecuencia de trenes necesaria según la demanda de usuarios. Y encima, quienes sufren este despropósito, no tienen derecho a quejarse.
Con el trío de ases actual es imposible echar balones fuera. El PSOE gobierna en las tres principales instituciones del país: Ayuntamiento de Barcelona, Generalitat y Gobierno de España. De modo que es difícil echar la culpa a los demás, pero Alícia Romero, como buena veterana socialista, lo intenta. En un tweet que se ha hecho viral en redes sociales ha recordado que la gestión de Rodalies pertenece a la Generalitat desde 2010.
Por un lado debemos recordar que en 2010 es cuando se produjo el cambio de Govern entre José Montilla y Artur Mas. En Moncloa gobernaba José Luis Rodríguez Zapatero y en la plaça Sant Jaume el de Iznájar. El convergente no empezó su mandato hasta finales de diciembre, de modo que el 'traspaso' de la gestión se produjo bajo el paraguas de Montilla.
Y más que un traspaso de gestión fue el traspaso de una patata caliente. Todo el mundo salía ganando. Los socialistas (españoles y catalanes) vendían su falso proyecto federal y su cercanía con las 'singularidades regionales'. Los catalanes vendían a sus votantes que habían conseguido una reclamación histórica.
El problema es que la gestión sin el dinero necesario no sirve de nada. España seguía gestionando las vías y las infraestructuras y Catalunya sólo gestionaba horarios y el color de las ventanillas. Como a un niño pequeño que le das un lápiz para que juegue.
Críticas contra Alícia Romero por su demagogia
Si durante todos los gobiernos posteriores a 2010, con Artur Mas, Carles Puigdemont, Quim Torra y Pere Aragonès, Rodalies no ha funcionado ha sido por culpa de la falta de ejecución del presupuesto que Catalunya tiene asignado. En este sentido, sabemos que además de sufrir un reparto injusto según las aportaciones a la hucha común, el segundo problema aparece cuando no se ejecutan las licitaciones pactadas.
El cantante de Sopa de Cabra, Gerard Quintana, ha sido uno de los que ha criticado con fuerza la dirigente socialista, recordando su demagogia y dejando claro que ni ella ni nadie del Govern pisa nunca la R1 ni ninguna otra línea de Rodalies. Ellos van cómodos con su coche oficial o con taxis pagados gracias a sus cuantiosas dietas.
Otros mensajes se han unido a los de Quintana y le han recordado la incoherencia entre afirmar que Catalunya tiene la gestión y, a su vez, pedirla.
Si la gestió és de la Generalitat,pq demaneu contínuament el traspàs de Rodalies, polítics indecents?? Ens preneu per idiotes i tothom sap qui són els idiotes!