La salud de Ernesto de Hannover, de 71 años, ha vuelto a ser motivo de inquietud en los círculos aristocráticos y entre sus allegados. El príncipe alemán, conocido por su matrimonio con Carolina de Mónaco y su vida social en Europa, se encuentra hospitalizado en la clínica Ruber Internacional de Madrid desde la madrugada del pasado jueves 3 de abril. Este ingreso ha encendido las alarmas sobre su estado de salud, especialmente considerando sus antecedentes médicos recientes.
En diciembre de 2024, Ernesto de Hannover se sometió a una operación de cadera que, en principio, se consideraba rutinaria. Sin embargo, la recuperación no fue tan sencilla como se esperaba. Informes de la prensa alemana indicaban que el príncipe había experimentado complicaciones postoperatorias, llegando a necesitar un andador para desplazarse. A pesar de estas dificultades, hizo una aparición pública en marzo de 2025 durante la celebración del cumpleaños de su nuera, Sassa de Osma, donde se le vio utilizando únicamente un bastón, lo que sugería una mejoría en su movilidad.
No obstante, el reciente ingreso hospitalario ha generado preocupación. Aunque no se ha revelado oficialmente el motivo exacto de su hospitalización, se especula que podría estar relacionado con las complicaciones derivadas de su cirugía de cadera. Fuentes cercanas han señalado que su estado de ánimo es optimista, pero la falta de información detallada ha mantenido en vilo a su círculo cercano y al público interesado en su bienestar.
Declaraciones oficiales y reacciones
Claudia Stilianopoulos, pareja de Ernesto de Hannover e hija de la reconocida socialité Pitita Ridruejo, ha estado a su lado durante este difícil período. En declaraciones recientes, Claudia mencionó que Ernesto está "tranquilo" y que su "estado de ánimo es optimista". Estas palabras buscan transmitir calma, aunque la preocupación persiste debido a la falta de detalles específicos sobre su condición médica.
Además de Claudia, su hijo Christian de Hannover y su nuera Sassa de Osma han sido vistos frecuentemente en las inmediaciones de la clínica, demostrando el estrecho vínculo familiar y el apoyo constante en estos momentos críticos. La presencia constante de sus seres queridos refleja la gravedad de la situación y el deseo de acompañarlo en su recuperación.
Por otro lado, su aún esposa legal, Carolina de Mónaco, de quien está separado desde hace más de 15 años pero sin haber formalizado el divorcio, no ha sido vista en el hospital. Esto no resulta sorprendente, dado el tiempo transcurrido desde su separación y las vidas independientes que ambos han llevado desde entonces.
La comunidad aristocrática y los seguidores de la realeza europea permanecen atentos a cualquier actualización sobre el estado de salud de Ernesto de Hannover. Su historial médico, combinado con su estilo de vida y las recientes complicaciones, hacen que su situación sea seguida de cerca por medios y simpatizantes.
Mientras tanto, se espera que en los próximos días se brinde información más detallada sobre su evolución y posibles planes de tratamiento. La esperanza es que, con el apoyo de su familia y el equipo médico, Ernesto de Hannover pueda superar este nuevo desafío en su salud y retomar su vida cotidiana en Madrid, donde ha encontrado un refugio en compañía de Claudia Stilianopoulos.