Joven con vestido verde sonríe a la cámara, en primer plano aparece una sirena de alerta roja y un recuadro muestra a un hombre con gorra roja en un evento multitudinario.

Elisabeth de Bélgica en un serio problema: Algunos culpan a Donald Trump

A partir de ahora, se abren varios escenarios

Una inesperada noticia ha puesto en jaque el camino académico de la princesa  Elisabeth de Bélgica. Lo que comenzó como una decisión política en Estados Unidos, ha generado tensiones que trascienden fronteras y afectan directamente a la futura reina de Bélgica.

¿Qué ha pasado?

El pasado mes de mayo de 2025, la administración del expresidente Donald Trump anunció una controvertida medida que revocaba el permiso de Harvard para matricular a estudiantes internacionales, alegando preocupaciones relacionadas con antisemitismo y falta de transparencia en compartición de datos estudiantiles.

Esta decisión, si bien dirigida a miles de estudiantes, ha encendido las alarmas en Bruselas: entre los afectados se encuentra la propia princesa Elisabeth, que actualmente cursa un máster de dos años en Políticas Públicas en Harvard desde septiembre de 2024.

Seguidamente, Harvard presentó una demanda ante un tribunal federal de Boston, argumentando que la medida violaba la Primera Enmienda y tendría un efecto devastador sobre su alumnado internacional —una comunidad que supera el 25 % del total de sus estudiantes.

Una jueza federal emitió una orden cautelar que suspende temporalmente la prohibición, pero la incertidumbre persiste.

Un grupo de personas en trajes oscuros rodea a un hombre con el puño levantado, mientras una bandera estadounidense ondea en el fondo.
Donald Trump en campaña electoral | XCatalunya, Mark Poprocki Creative, LLC

La princesa —primogénita de los reyes Felipe y Matilde y actual heredera al trono— ha superado ya el primer año de máster y tiene previsto pasar el verano en Bélgica. Sin embargo, su regreso académico en otoño dependerá del desenlace de esta disputa legal.

Reacciones del entorno más cercano

Desde el Palacio Real belga, Lore Vandoorne, portavoz de la Casa Real belga, declaró que se está estudiando cuidadosamente “el impacto que esto podría tener en la princesa”, aunque recalca que “es demasiado pronto para precisar los efectos reales”.

De forma similar, Xavier Baert, director de comunicaciones, apuntó que “se dejarán que las aguas se calmen” mientras siguen el desarrollo de la situación.

Hombre de traje azul y corbata roja hablando frente a un micrófono al aire libre.
Donald Trump durante la campaña | YouTube

Desde Harvard, el presidente Alan M. Garber tachó la orden de Trump de “ilegal e injustificada”, destacando que amenazaría los estudios de miles de estudiantes, incluida alguien de perfil tan destacado como Elisabeth. Asimismo, la universidad demandó al gobierno en defensa de su derecho a mantener programas internacionales.

Entretanto, desde Estados Unidos, acompañando la ofensiva, la entonces secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, declaró que los alumnos extranjeros “deberán transferirse a otras instituciones o ver su estatus migratorio incumplido.

Un expediente brillante

A sus 23 años, Elisabeth ya cuenta con un currículum ejemplar. Nació el 25 de octubre de 2001 en Bruselas y comenzó su educación en el colegio Sint‑Jan Berchmans, pasando luego al Atlantic College de Gales, donde completó el Bachillerato Internacional en 2020.

Posteriormente ingresó a la Real Academia Militar de Bruselas (2020–2021) y se graduó como subteniente. En octubre de 2021 inició estudios de Historia y Política en Lincoln College, Oxford, obteniendo su título en julio de 2024. El siguiente paso la llevó a Harvard en septiembre de 2024 para cursar su máster.

¿Qué podría pasar ahora?

Mantenimiento de la prohibición, lo que obligaría a Elisabeth a buscar una alternativa: ya sea en otra universidad estadounidense, regresar a Bélgica o incluso completar su máster en Europa (posiblemente en el Reino Unido o Bélgica).

Excepción diplomática, dada la condición real de la princesa. Harvard y Bélgica podrían argumentar que su estatus y futura posición de jefa de Estado ameritan un trato diferenciado —aunque eso implicaría un debate mediático sobre privilegios reales.

Reversión de la orden, si la presión pública y el fallo judicial consolidan el bloqueo y presionan al gobierno estadounidense para rectificar —devolvería la normalidad a los estudiantes internacionales, incluida Elisabeth.