Lluís Llach es una de las figuras más emblemáticas de la canción catalana y su personaje es conocido por los catalanes tanto por su carrera artística como de activismo político. Su trayectoria como cantautor lo convirtió en una de las voces más influyentes del movimiento cultural durante el franquismo, y su compromiso político lo llevó a formar parte activa de Junts pel Sí y de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) en los últimos años.
En su vida más personal, pocos conocen un episodio íntimo y dramático en su vida: el momento en que los médicos le dijeron que le quedaba solo un año de vida. Esta enfermedad, según ha contado, marcó un antes y un después en su vida. Los médicos le informaron que su tiempo era limitado debido a una grave enfermedad, lo que lo llevó a replantearse su vida y carrera. Con el alma en vilo, el cantautor se preparó para lo peor, pero, contra todo pronóstico, logró superar esa batalla contra la muerte, un hecho que él mismo ha descrito como un "milagro" y que lo inspiró a seguir adelante.
Entrevista en TV3, con Ricard Ustrell
Así lo ha explicado el propio Lluís Llach en una entrevista en TV3, en el programa Col·lapse, de Ricard Ustrell. El cantautor ha explicado que no teme a la muerte porque estuvo muy cerca de la muerte. En este sentido, Llach ha explicado que cuando una persona sabe que tiene que morir tiene dos opciones. La primera, o se resigna y llora todos los días o disfruta de la vida en cada momento. Y él optó por la segunda.
Una carrera artística llena de resistencia política
La vida artística de Llach siempre ha estado ligada a la resistencia y la lucha por las libertades. Su música, especialmente canciones como L'Estaca, se convirtió en un símbolo de la lucha contra la dictadura de Franco. Este tema, compuesto en 1968, sigue siendo un himno de resistencia y libertad, no solo en Catalunya, sino en muchos otros contextos de lucha en todo el mundo.
Además de su vida musical, Llach ha estado profundamente comprometido con la política, en especial con la independencia de Catalunya. Su implicación en la ANC y su activismo a favor de la autodeterminación de Catalunya le han ganado tanto seguidores incondicionales como detractores. Llach nunca ha escondido su convicción política y ha utilizado su arte y su influencia para promover estos valores.
Relación de amistad con Miquel Martí Pol
Ambos artistas compartían una profunda sensibilidad hacia la identidad catalana y los derechos de los pueblos, y esa afinidad se tradujo en varias colaboraciones que mezclaban la poesía de Martí i Pol con la música de Llach, generando obras de gran impacto emocional y social.
Fruto de esta relación artística se plasmó en diversas colaboraciones, siendo una de las más notables el álbum Un pont de mar blava (1993), donde Llach musicalizó varios poemas de Martí i Pol, transformándolos en canciones. También cabe destacar Viatge a Ítaca (1975), inspirado en el poema homónimo de Konstantinos Kavafis.
La obra que mejor ejemplifica esta colaboración es el álbum Ara mateix (1989), basado enteramente en los poemas de Martí i Pol, que Llach adaptó a su estilo musical, logrando así una fusión entre poesía y música que llegó al corazón de muchos catalanes. En este disco se perciben muchas reflexiones de ambos sobre la vida, la muerte y la identidad. Miquel Martí i Pol murió en 2003.