Carolina de Mónaco no solo ha sido un símbolo de elegancia y discreción, también ha marcado un estilo propio como madre. Lejos de imponerles un destino marcado por el protocolo, supo ofrecer a sus hijos un entorno donde pudieran crecer con libertad.
Mientras otros miembros de la realeza siguen a rajatabla las normas del trono, la princesa Carolina de Mónaco optó por educar a sus hijos en la normalidad, sin olvidar sus raíces. El resultado: cuatro personalidades únicas que han hecho de la independencia su mayor herencia.

Confirman el rumor familiar de Carolina de Mónaco y sus 4 hijos
Andrea Casiraghi, el mayor de los hermanos, fue durante años el más visible del clan Grimaldi. En su juventud ocupó titulares por su vida social, pero con el tiempo eligió otro camino.
Formado en el extranjero, centró sus esfuerzos en la cooperación internacional y hoy vive en Suiza con su familia. Está casado con Tatiana Santo Domingo, con quien tiene tres hijos, y participa en iniciativas solidarias y culturales con un perfil cada vez más reservado.

Carlota Casiraghi ha sabido combinar el mundo de la moda con su amor por las ideas. Estudió Filosofía en París y se ha convertido en una promotora activa del pensamiento crítico en el Principado.
Aunque ha trabajado con marcas como Chanel, lo que más le interesa es abrir espacios para el debate y el análisis. Madre de dos hijos, mantiene un estilo discreto y reflexivo, muy alejado del foco mediático.

Pierre Casiraghi, por su parte, destaca por su carácter emprendedor y aventurero. Se formó en Economía y gestiona varios negocios vinculados a su familia. También ha sido noticia por sus travesías náuticas y su defensa del medioambiente.
Está casado con la periodista italiana Beatrice Borromeo, con quien ya tiene dos hijos y espera una hija para finales de este año. La más joven, Alexandra de Hannover, es la única que posee un título real. Sin embargo, prefiere la vida tranquila y los libros.

Estudió en Nueva York y ha mostrado interés por el mundo académico y la escritura. Comparte su vida con el empresario Ben-Sylvester Strautmann y mantiene una relación muy cercana con Carolina.
Carolina de Mónaco tiene cuatro hijos
Lejos del clásico cuento real, los hijos de Carolina han creado su propio relato. Educados, comprometidos y con proyectos propios, representan una nueva forma de entender la realeza: más cercana, más real.

Lejos del protocolo y las apariencias, los hijos de Carolina de Mónaco han seguido caminos propios. De esta manera, han demostrado que es posible formar parte de la realeza sin perder autenticidad ni renunciar a sus ideales.
Con una educación sólida y valores claros, representan una realeza moderna, más conectada con la sociedad actual y menos centrada en la imagen. Un reflejo directo de la visión de su madre, que supo formar una familia lejos del escaparate.