Cuando ya encaramos la recta final de temporada en ‘Joc de Cartes’, ha llegado uno de los clásicos de cada año. El programa de ayer tenía como objetivo escoger a la mejor restauradora. En este caso de la comarca de Osona. Marc Ribas y su equipo dejaban Tarragona después del duelo entre restaurantes de cocina tradicional contra los de cocina creativa. Hoy las propuestas eran más tradicionales, con productos de la zona y con mucho trabajo detrás.
Cuatro propuestas con producto de la tierra y buena carne
El primer restaurante visitado fue el Castell de Besora, de Ingrid Casado. La joven de 31 años es propietaria, cocinera y lo que haga falta. Después de dos años su restaurante se ha consolidado. Cocina sencilla pero bien ejecutado. Fusión catalano-andaluza, como ella misma lo definió. Los segundos platos, destacando el entrecot, gustaron más que los primeros. Canelones o tostadas con verduras y productos de km0 fueron algunos de los primeros platos.
El espacio era bueno aunque hubo críticas a la cocina, bastante pequeña, y al servicio. La camarera cometió algunos errores que las rivales aprovecharon para criticar. Un 6’1 fue la nota que obtuvo por parte del resto de concursantes.
De ahí pasaron al Hotel Rosa en la localidad de Taradell. Un establecimiento histórico que ha hecho cambios para adaptarse a los nuevos tiempos. La representante del Hotel Rosa fue Joana Perpinyà, con 25 años, la más joven de las concursantes. Con formación específica, ejerce como jefa de sala, y se le notaba el rigor y la profesionalidad. El espacio era muy amplio con varios comedores, así como la cocina. Una cocina que fue criticada por una rival, Carme, por presunta suciedad.
El Hotel Rosa va fuerte con una cocina más elaborada
En cuanto a la propuesta culinaria era la más arriesgada de las cuatro. Más innovadora. Los primeros gustaron mucho destacando el coulant de trinxat o el pan wao. Los segundos recibieron algunas críticas, especialmente el entrecot. Estaba poco hecho cuando la comensal lo pidió al punto. Una crítica que el cocinero se negó a aceptar. Tuvo lugar un momento de tensión entre Joana y él. Los postres mejoraron y la nota final por parte de sus tres rivales fue de un 6’7, destacando el servicio.
El tercer restaurante era el Way, de Carme Aguilera. Ella como jefa de sala y su marido como cocinero tienen una amplia experiencia en hostelería. Como recordó Ingrid, que ya conocía a Carme porque fue al colegio con su hija, antes habían regentado un Frankfurt con el mismo nombre aunque en otro espacio. El Restaurante Way se podría definir como un bar de carretera con amor por la carne a la brasa y los productos de la zona. De hecho ellos mismos cortan la carne.
La decoración del restaurante Way perjudica la nota de Carme
No gustó mucho la decoración con jamones colgando e incluso la calavera de un animal. Sus rivales también criticaron que en la cocina daba la sensación que se había comprado material nuevo expresamente. Los primeros gustaron bastante, destacando los embutidos, aunque hubo algunas críticas a los segundos. El cordero a la brasa fue quien se llevó la peor parte, con permiso de los postres, que no gustaron a nadie. Esto tuvo muy mal impacto en la nota del Way, solo un 5’9.
Finalmente el Gurri Xic. Representado por Macarena Barrera, que lo dirige junto a su marido Francesc. La chef fue la más simpática y abierta de todas las concursantes y así lo manifestaron los seguidores del concurso en las redes sociales. Las principales críticas se dieron porque tanto el espacio como la cocina eran antiguos aunque Macarena se defendió asegurando que iban reformando poco a poco.
Tanto Marc Ribas como las otras tres concursantes de esta edición de 'Joc de Cartes' pidieron un menú cerrado por 24’50 euros. Un menú que gustó a todos… o a casi todos ya que Carme, una vez más, puso pegas. Bastante cantidad, platos elaborados – triunfaron los guisos – y unos postres muy bien presentados. La puntuación del Gurri Xic no fue muy alta por culpa de un suspenso en la cocina. La nota final fue de 5’9.
Empiezan las hostilidades
Después de comer en los cuatro restaurantes empezaba la segunda parte del concurso. El Hotel Rosa partía con bastante ventaja pero la nota de Marc y, especialmente, el plato estrella pueden cambiar muchas cosas. Antes de conocer al ganador, las participantes vieron las notas recibidas por parte de sus rivales y empezaron a volar los cuchillos. Hubo una lluvia de reproches, siendo Carme la más dura… aunque su estrategia le salió mal.
Carme aprovechó para atacar a sus rivales con nimiedades. Incluso criticó como estaban colocadas las servilletas en un restaurante. Sus tres rivales se unieron para ponerla en su sitio. Quien más la combatió fue Ingrid, mucho más directa en todo el programa. Cuando Carme criticó la presunta suciedad de su cocina, tanto Joana como Macarena la apoyaron. Mucho más comedida estuvo Joana, que fuera de cámaras admitió que tenía ganas de saltar cada vez que Carme hablaba.
El momento más tenso tuvo lugar cuando la dueña del Restaurante Way censuró la forma de trabajar de Joana en cuanto al servicio, su especialidad y para lo que se ha formado. Pudimos ver como la joven, disgustada por las palabras – injustas – de su rival, rompía a llorar. La actitud de Carme ha sido ampliamente criticada en redes sociales.
El marido de Carme también señalado
Tampoco se ha salvado su marido. Ha afirmado que la cocina estaba limpia sin necesidad de que la limpiara ninguna mujer. Un comentario que no ha gustado al resto de concursantes, especialmente a Joana, que lo ha calificado de machista. Ingrid confirmó el carácter fuerte del cocinero, según se comentaba en el pueblo.
No ha sido del agrado de los fans de la serie la actitud que tuvo Ingrid. Le reprochan – de la misma forma que hicieron sus rivales – que no quisiera probar algunos platos. Tampoco ha gustado su vocabulario agresivo en algunos momentos. Otro aspecto muy comentado en redes sociales es que no hablaba catalán de forma habitual y que dijera que a las personas de fuera de la comarca se las veía con recelo.
Una afirmación que fue negada por Macarena, nacida en Uruguay, pero que sí hablaba catalán de forma habitual y con fluidez. Este hecho, unido a su simpatía y la calidad de su comida ha sido muy aplaudido en redes sociales. Muchos pedían su victoria y, aunque ha estado a punto de ganar, finalmente ha sido el Hotel Rosa quien se ha alzado con la victoria y ha conseguido los 5000 euros del premio.
Marc Ribas elogia el trabajo de la ganadora
Joana, la jefa de sala del establecimiento, ha sido una merecida ganadora y su manera de concursar ha sido justa. Ha obtenido una buena puntuación por parte de Marc Ribas, tanto en la comida como, especialmente, en servicio. Joana se ha llevado un 10 en ese aspecto.
El plato estrella han sido los callos del Gurri Xic. Esto y la buena nota de Marc la han aupado hasta la segunda plaza con una nota definitiva de un 6’9, a solo una décima de la ganadora.
¿Qué ciudad visitará Joc de Cartes el próximo miércoles?
La próxima semana se repetirá el duelo del pasado programa en 'Joc de Cartes'. Cocina creativa vs cocina tradicional. Si la última vez fue en Tarragona, ahora será en Lleida. ¿Se ajustarán esta vez los restaurantes a aquello que dicen ser? ¿O pasará como la semana pasada?