El mundo de la televisión es más complejo de lo que se antoja superficialmente. Hay que tomar decisiones constantes para el devenir de la cadena, siempre buscando el mayor número de audiencia posible, y no siempre se toman las correctas. Algo así le ocurrió, por ejemplo, a TV3 en la noche de ayer miércoles 14 de noviembre..
Era una fecha señalada para muchos telespectadores catalanes, que esperaban ansiosos la nueva entrega de Joc de Cartes. El concurso de cocina presentado por el conocido Marc Ribas, sin embargo, sufrió un cambio de planes inesperado de última hora. Y es que la televisión pública catalana optó por aplazar el programa a la próxima semana, miércoles 20 de noviembre, y en ese espacio emitir una película española: Un any, una nit.
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No obstante, los datos de audiencia han evidenciado que la decisión no ha sido la acertada, pues la película obtuvo escasa audiencia. Apenas 83.000 telespectadores de media y un escaso 6% de cuota de pantalla. Y eso que TV3 venía de dominar en audiencias durante toda la tarde, con Està passant y el Telenotícies Vespre.
Pero una vez terminó el telediario, gran parte de los catalanes cogieron el mando y sintonizaron La 1, donde estaban emitiendo La Revuelta, líder absoluto del prime time. De 338.000 espectadores que estaban viendo TV3 al término del Telenotícies Vespre, sólo se quedaron 189.000 a los 15 minutos, cifra que fue descendiendo a medida que iba avanzando la trama de la película.
'Un any, una nit' no convence a los catalanes
Un any, una nit es una película que explora el impacto emocional y psicológico de un trágico acontecimiento real: el ataque terrorista en la sala Bataclan de París en 2015. La película se centra en la historia de una pareja que sobrevive a esa noche de terror y que debe enfrentarse a las secuelas mientras intenta recuperar la normalidad. Inspirada en el libro autobiográfico Paz, amor y death metal de Ramón González, uno de los sobrevivientes del ataque, la película reflexiona sobre el trauma y la difícil reconstrucción emocional que sigue a un suceso tan devastador.
La dirección está a cargo de Isaki Lacuesta, cineasta español que se caracteriza por su estilo introspectivo y por abordar temas sociales profundos. En esta película, Lacuesta se enfoca en el proceso interno de los personajes, mostrando tanto sus recuerdos del ataque como su esfuerzo por seguir adelante. Esta perspectiva intimista busca conectar al espectador con la complejidad emocional de los protagonistas.