Como no podía ser de otra manera, la DANA cumplió ayer con su amenaza y causó episodios de mucho susto en algunas zonas de Catalunya. Por ejemplo, Alcanar, una de las localidades más afectadas, vio como sus calles y arterias principales quedaban ampliamente anegadas. Por eso, fue necesario que los habitantes, tal y como les habían recomendado las autoridades, se resguardaran en pisos superiores.
La actuación de todas las partes, tanto de las mismas autoridades como de la población, fue impoluta y gracias a eso no se produjo ningún accidente de gran envergadura. El único pequeño susto lo protagonizó un conductor que se desplazaba por la N-340 en el momento que esta vía colindante con el barranco de les Forques fue sorprendido por un encharcamiento. El coche quedó atrapado en el agua y los cuerpos de emergencia acudieron hasta el lugar para auxiliar a los pasajeros.
Afortunadamente, todo quedó en un susto y no hubo que lamentar nada más allá de este pequeño rescate. El meteorólogo Francesc Mauri compartió en su perfil de X (anteriormente Twitter) el estado de esa carretera y parte de la actuación policial. Hay que recordar que en Alcanar, lugar de los hechos, se acumuló una enorme cantidad de agua.
En concreto, fueron 43,2 litros por metro cuadrado en apenas media hora, 22,9 de los cuales en diez minutos. Fueron ratos de mucho miedo en esta localidad del sur de Tarragona, pero finalmente las lluvias cedieron y hoy ya campa la calma. De hecho, para la jornada de este jueves 14 de noviembre se prevé un día tranquilo, a ratos incluso soleado, y con temperaturas oscilantes entre los 16 y los 10 grados.
Obedecer a las autoridades, clave
Ante un episodio de fuertes lluvias e inundaciones, seguir las recomendaciones meteorológicas es fundamental para garantizar la seguridad de las personas y minimizar los daños materiales. Las autoridades y organismos de protección civil emiten alertas con información sobre el desarrollo de la situación y las zonas más vulnerables, indicando posibles restricciones de movilidad, consejos de autoprotección y advertencias de evacuación.
Durante estos episodios, las precipitaciones intensas pueden causar crecidas de ríos y desbordamientos, afectando a viviendas, carreteras y otros espacios públicos. Ignorar estas recomendaciones aumenta el riesgo de accidentes y emergencias. La inundación de vías, por ejemplo, puede dejar vehículos atrapados, poniendo en peligro la vida de los ocupantes y complicando el trabajo de los servicios de emergencia. Además, transitar por caminos anegados o ignorar las áreas de riesgo establecidas por las autoridades puede derivar en rescates que requieren recursos significativos, reduciendo la capacidad de respuesta en otras emergencias.