Con todos los personajes que existen en la familia real española, cualquiera pasa como buena persona. Es el caso de Sofía de Grecia pero la realidad es muy distinta. A priori, la gente tiene más empatía por ella porque ha tenido que aguantar los cuernos de su marido, Juan Carlos I, y por las lamentables imágenes de la actual reina, Letizia Ortiz, contra ella en la catedral de Palma.
La realidad es muy diferente
Lo explica Pilar Eyre en su columna semanal en la revista Lecturas. Una azafata atendió a la entonces reina española Sofía de Grecia en un avión. Con toda su buena intención le preguntó: ¿Las niñas cómo están?”. La respuesta de la reina fue altiva y dejó descolocada a la azafata: “Las niñas no sé cómo están, las Infantas muy bien, gracias”.
Ha habido muchos comentarios contrarios a la actitud de Sofía de Grecia: "En pleno siglo XXI y España y la monarquía con estos pelos, puro anacronismo". “Impertinente y clasista además de no poder. Aleación de vividores!” Pero tampoco han faltado españolistas pelotas. Una tuitera se enfada por lo que considera una falta de respeto. Pilar Eyre en ningún momento ha dicho que trataran a Sofía de “tú”, simplemente le preguntaron por “las niñas”:
“Muy bien contestado. Una cosa es cordial y otra olvidar el tratamiento. Cuando nos dirigimos a alguien se le trata de usted siempre, hasta que nos deje apearle el tratamiento. Horrible el tuteo cono que preguntaban a la duquesa de Alba. No sé cómo lo aguantaba”.
Otras polémicas de la Reina Sofía
Una de las polémicas más notables asociadas a la Reina Sofía se produjo a razón de la publicación del libro "La Reina muy de cerca", escrito por la periodista Pilar Urbano. En este libro, la Reina Sofía se vio involucrada en una polémica sociopolítica debido a sus declaraciones sobre diversos temas candentes, entre ellos el matrimonio homosexual y la eutanasia.
Según el libro, la Reina Sofía se mostró comprensiva con las personas de distinta orientación sexual, pero al mismo tiempo expresó que no consideraba que las uniones de estas personas deberían ser llamadas matrimonios. Además, la Reina se declaró "no partidaria" de la eutanasia. Estas opiniones generaron una considerable polémica en España. Se informó que la Reina no era consciente de que sus opiniones serían publicadas tal y como se expresaron, lo que causó sorpresa y desconcierto tanto a ella como a los responsables de la Casa del Rey.
Tras la publicación del libro, la Casa del Rey reaccionó mediante un comunicado en el que se calificaban las declaraciones atribuidas a la Reina como privadas e inexactas. La publicación de este libro fue un ejemplo de cómo una figura pública como la Reina Sofía puede verse involucrada en polémicas, a pesar de mantener generalmente un perfil bajo y no expresar opiniones sobre cuestiones políticas o sociales públicamente. La polémica destacó la fina línea que las figuras reales deben navegar entre sus opiniones personales y su representación pública.