El catalán Alfred Garcia acaba de publicar su segundo álbum, '1997' (Universal), un disco vital y ecléctico que llega después de un paro de dos años que necesitaba. “Estaba perdido; a veces en el mejor momento uno no sabe hacia dónde tirar”, confiesa al ACN, a propósito de la larga digestión de su paso por OT y el lanzamiento de su primer álbum ‘1016’ (Universal, 2018). Éste es un disco menos “mainstream”, dice Garcia, con canciones compuestas pensando más “en la persona” que en el artista. "Este álbum es para decir: si creías que yo era eso, pues tiene la otra cara". Colaboran músicos como Albert Pla, Niño de Elche o La La Love You y, sorprendentemente, el lanzamiento del disco no viene acompañado –de momento- de una gira de presentación. “Es un álbum muy distinto al primero.
He pasado dos años fuera, y pensaba si tenía sentido, si debía hacerse algo más “mainstream”… Pero finalmente me he dejado llevar y lo he quitado”, resume el cantante en una entrevista con la ACN. El músico tiene asumido que quizás a la larga se vea este nuevo disco como "un impasse", una rareza que se entenderá en su contexto. Y el contexto es el de la desconexión que se impuso hace dos años, saturado de la exposición mediática, de los compromisos y las presiones diversas. García lo confiesa: “Yo estaba perdido, no sabía hacia dónde ir. Todo iba muy bien, pero a veces en el mejor momento uno no sabe dónde debe tirar, y debe parar”.
Mucho estrés para el cantante
“No podía hacer un disco, una gira, estar presentable, ser buena persona, ver a mis amigos, hacer promoción, etc. Es mucho trabajo para un solo chico”, expone. Un disco más personal El resultado de este paro es '1997', una referencia al año de su nacimiento que da pistas sobre el contenido. “1016” hablaba del artista, del tío que salía en la tele, y éste habla básicamente sobre la persona”, explica Alfred. El disco "es una recopilación de momentos que te llevan desde 1997 hasta la actualidad, y que repasa unos lazos, familiares y espirituales a través de mis ojos", considera su autor. Es a la vez la expresión de una "duda", porque nace "en una época de incertidumbre brutal", y viene algo inspirado por la lectura de las teorías de Zigmund Bauman sobre la sociedad líquida.
En el terreno musical, Alfred reconoce que le ha salido un conjunto de canciones bastante "híbridas, con lo mejor del pop y de la música experimental". Quizás porque ha asumido cómo funciona creativamente: “De repente te viene una canción y tienes que ponerte a grabarla; hay gente que se sienta a componer, a mí las canciones me vienen”, comenta. Entre las muchas colaboraciones que aparecen en el disco destacan las de Niño de Elche, Albert Pla, Judit Farrés y Los Espabilados, entre otros. "Siempre intento rodearme de gente", dice al respecto. En cuanto a la colaboración con Albert Pla, Alfred dice que es una “celebración” de su amistad con el cantautor.