El menor de los hermanos Roca, Jordi, siempre ha sabido cómo sorprender. Mientras Joan y Josep han marcado el rumbo de El Celler de Can Roca desde los fogones y la sala, él ha sido el alma creativa, ese espíritu juguetón que ha elevado el mundo de los postres a una forma de arte. Pero esta vez, su inquietud ha tomado una dirección distinta. Y no lo ha hecho solo.
Marc y Martí Roca, sus sobrinos —hijos de Joan y Josep respectivamente— se han unido a Jordi para dar vida a un proyecto que podría marcar un antes y un después en la cocina doméstica catalana. Juntos han lanzado La nevera mig plena. "Aquí no es llença res", un libro de recetas que, más allá de su valor culinario, refleja una nueva forma de entender la cocina: cercana, sostenible y, sobre todo, accesible.

Una nueva filosofía en los fogones
El objetivo del libro es claro: reconectar a los más jóvenes con la cocina casera. “Queremos que la gente vuelva a cocinar sin miedo", afirman los autores en el prólogo. Y no se trata de una consigna vacía. La obra se articula en torno al concepto de aprovechamiento, transformando sobras y restos de la nevera en recetas con identidad propia.
En un momento donde la sostenibilidad ya no es una opción sino una necesidad, esta apuesta por el “no tirar nada” conecta con una sensibilidad creciente en muchos hogares. Pero también con una cierta nostalgia de la cocina de aprovechamiento de antes, ahora revisitada con mirada contemporánea y un toque de humor.

Las redes sociales no tardaron en reaccionar. La publicación de Jordi Roca anunciando el proyecto, acompañada de una imagen entrañable con sus dos sobrinos, se llenó de comentarios celebrando esta nueva etapa familiar. En ella, Jordi no solo actúa como cocinero, sino como mentor, cediendo parte de su protagonismo a una generación que parece dispuesta a llevar el apellido Roca por nuevos caminos.
La receta que nadie vio venir
Pero lo que realmente ha hecho estallar la conversación en redes ha sido una de las recetas incluidas en el libro. Porque si alguien esperaba platos de sobras clásicos o versiones más elegantes de recetas de toda la vida, se ha llevado una sorpresa.
Inspirados por esa idea de no tirar nada —ni siquiera los restos de una bolsa de snacks olvidada en la despensa—, Jordi, Marc y Martí han incluido en el recetario una propuesta tan inesperada como divertida: una truita de patates... amb Doritos.
Sí, has leído bien. El clásico de la cocina española reinventado con ese toque crujiente y especiado que solo los Doritos pueden aportar. “Adéu a les truites avorrides!”, anuncian en el libro. Y lo cierto es que, si la alta cocina necesitaba un recordatorio de que también puede ser irreverente, los Roca lo han servido en bandeja.
¿Estamos ante un giro en la filosofía Roca? Lo que está claro es que, con esta receta, han dejado claro que la genialidad también se encuentra en lo cotidiano.