Carla Vigo es una joven española conocida por ser la sobrina de la reina Letizia. Nació en 2000 y es hija de Erika Ortiz, la hermana menor de Letizia, quien falleció en 2007. Desde entonces, Carla ha vivido con su padre y su hermana mayor. A pesar de su evidente conexión con la realeza, Carla ha mantenido un perfil bajo durante su adolescencia y juventud, enfocándose en sus estudios e intentando pasar desapercibida ante las cámaras.
Carla es habitual en las redes sociales, donde comparte aspectos de su vida cotidiana, y como ya hemos visto con otras figuras relacionadas con la realeza como Victoria Federica, parece que el mundo de los "influencers" cada vez atrae más a la familia real. A diferencia de otros miembros de la casa real, Carla no ha evitado expresarse abiertamente sobre temas controvertidos. En particular, ha utilizado su plataforma para hablar sobre salud mental, derechos LGTBI+ y otros asuntos sociales que pueden llegar a ser tabú.
Por desgracia, en una de sus últimas publicaciones de su cuenta oficial de Instagram ha tenido que denunciar un hecho deleznable. Y es que la prima de las princesas ha hablado de como ha sufrido un acoso por parte de un hombre que empezó a seguirla e increparla en medio de la calle. Por suerte, todo ha quedado en un simple susto, y la chica se encuentra bien dentro de lo que cabe.
Un cambio de conducta
Como hemos dicho, la prematura muerte de su madre hizo que Carla tuviera que madurar a una pronta edad. Durante su adolescencia tuvo diferentes problemas de bienestar y salud mental, incluso llegó a protagonizar algunos actos rebeldes por sus malas compañías. Sin embargo, los reyes y especialmente Letizia, ayudaron a Carla a reconducir su vida.
Su tía intentó hacer de figura maternal, e incluso llevó a Carla a vivir a un piso tutelado para que pudiera tener una estabilidad económica y emocional. Así pues, Vigo llevaba un tiempo fuera del foco, pero ha vuelto más fuerte que nunca, instalándose en Madrid y abriéndose una cuenta en diferentes redes socials que cuentan con más de 35.000 seguidores.
Esta exposición en las redes puede ser el principal motivo en su cambio de conducta. En sus "stories" de Instagram, la chica se dejó ver con un bolso que dejó boquiabiertos a aquellos que conocen su precio. Se trata de un Birkin de Hermès, una pieza de accesorio valorada en más de 30.0000 euros.
No se trata solo del precio del artículo, sino también que el mismo es catalogado como un producto exclusivo. "Para que Hermès te venda un birkin, antes tienes que gastar antes entre 30.000 o 40.000 euros, explicaba la experta en moda Maika Vasco. Así pues, parece que con su ropa y accesorios, Carla quiere hacer crecer su estatus en las redes social y ser la "envidia" de muchos.