En la presentación de sus memoriasYo, Bárbara, la vedette ha encendido titulares con una frase que ha desatado el rumor popular. ¿Iba ese dardo dirigido a la reina emérita Sofía? Lo que arrancaba como un fragmento críptico en el libro ha cobrado fuerza gracias a redes y declaraciones públicas.
Un símil poderoso
Durante la publicación en mayo, los medios comentaron que Bárbara escuchó a una fuente decir: “Yo conozco cortes y circos y son lo mismo. Creéis que el domador es la estrella y la estrella es el león”. La comparación era clara: dando a entender que los focos rara vez recaen donde debería, y apuntando, según especulaciones, hacia la reina Sofía.
Este tipo de metáfora generó revuelo inmediato: ¿es un reproche velado? La periodista del programa 'La Familia de la Tele' resaltó que Sofía Cristo quiso aclarar esa frase delante de las cámaras: “Yo creo que no va por la Reina Sofía… pero eso lo tiene que decir ella”.

Con esas palabras, desactiva la interpretación más polémica. Según la propia Sofía, la frase podría referirse a la forma en que se difunden ciertas verdades, o al funcionamiento de las élites, no a la monarca en concreto.
Convocada en el plató de “¡De Viernes!” el 13 de junio, Bárbara también fue preguntada directamente sobre qué haría si se encontrase con la reina Sofía. Su respuesta fue clara y respetuosa: “Si yo me encontrase a la reina la evitaría, me daría mucha vergüenza... No le diría absolutamente nada”. Un gesto que aleja su intención de confrontación pública y apunta más bien a sentimientos complejos o empatía, antes que ataque personal.
Un libro sin pelos en la lengua
Yo, Bárbara ha sido calificado como valiente y sincero. Presentado el 12 de junio en un hotel de Madrid, con la presencia de su hija Sofía Cristo y la periodista Chelo García Cortés, el libro ha desatado un aluvión de críticas pero también de elogios. Bárbara desmontó acusaciones pasadas, entre ellas haber recibido fondos reservados, criticó públicamente a Juan Carlos I y otros personajes históricos, y relató episodios dolorosos, entre ellos violencia machista.

El libro era un proyecto íntimo que, en principio, ella planeaba publicar tras su muerte, pero adelantó su publicación para reivindicar su verdad y contrarrestar filtraciones y declaraciones de su hijo Ángel Cristo Jr. Y parece que lo ha conseguido: ha dado un golpe de efecto en los círculos del corazón y la realeza a partes iguales.
La incógnita sigue latente: la frase del “domador y el león” suena cargada de simbolismo, pero los matices aportados por su hija y su propia ausencia de comentarios directos a la Casa Real suavizan el impacto. Más parece un juego de analogías que una crítica explícita a la reina Sofía. Y aunque Bárbara no dé nombres, tampoco lo oculta entre sus letras.
Sembra curiosidad
El momento más sugerente quizá sea el que generó esa incómoda pregunta. ¿Iba en serio ese dardo venenoso? Su hija lo desmiente.

Lo que sí está claro es que la murciana sigue siendo una superviviente, dispuesta a contar su versión. Bárbara Rey ha logrado lo que pocos: no lanzar una acusación directa, pero sí dejar un rastro que mantiene viva la curiosidad.