La princesa Leonor, heredera al trono español, ha iniciado una travesía formativa a bordo del buque escuela Juan Sebastián de Elcano. Este viaje, que la llevará por diversas naciones americanas, ha generado preocupación en la Casa Real debido a los desafíos que ha enfrentado la joven durante la navegación.
El problema de las fotos
Desde el inicio de su periplo marítimo, la princesa ha experimentado dificultades de salud. Durante las primeras semanas en alta mar, Leonor sufrió intensos mareos y episodios de vómitos debido al constante movimiento de la embarcación.
Esta situación le impidió asistir a algunas clases y, en varias ocasiones, tuvo que acudir al equipo médico del buque para recibir tratamiento con biodramina, un medicamento para combatir el mareo. Además, en una de sus paradas en Uruguay, se pudieron ver algunos moretones en sus brazos, producto de caídas dentro de la embarcación causadas por el violento oleaje.
Ante estos incidentes, el rey Felipe VI y la reina Letizia solicitaron que la princesa quedara exenta de futuras vigilancias nocturnas, ya que no podían exponerla a más riesgos innecesarios. Al fin y al cabo, ella es la futura reina de España y su seguridad es una prioridad.
Además, la princesa y sus compañeros enfrentaron una situación inesperada al desembarcar en el puerto de Punta Arenas, Chile, dos días antes de lo previsto. Una tormenta obligó a los estudiantes a tomar medidas extremas y realizar maniobras que modificaron el cronograma previsto.
Declaraciones oficiales y reacciones
La Casa Real ha mostrado su preocupación por la salud y seguridad de la princesa durante esta travesía. El rey Felipe VI se vio obligado a intervenir por los problemas graves en la salud de la princesa Leonor.
Por su parte, el rey emérito Juan Carlos I, a pesar de estar preocupado por la salud de su nieta, ha sido claro: Leonor debe seguir adelante y completar su formación sin interrupciones. Para él, es fundamental que la princesa demuestre su fortaleza y afiance su imagen como futura reina de España.
La princesa Leonor continúa su travesía con destinos exigentes por delante, como el cruce del cabo de Hornos, conocido por sus condiciones extremas. Este viaje es una oportunidad para el desarrollo personal y profesional de la princesa, y servirá para proyectar la imagen de España en el extranjero y estrechar lazos con otros países.
La Casa Real sigue de cerca la evolución de la princesa y ha reforzado las medidas de seguridad para proteger su privacidad y bienestar durante este período formativo.