Luis Roldán fue director de la Guardia Civil durante parte de los gobiernos de Felipe Gónzalez y pasará a la historia de España como uno de los personajes más corruptos de este país. Se fugó en 1994 cuando sabía que la justicia lo buscaba y apareció un año más tarde, en 1995, en el aeropuerto de Bangkok (Tailanda). Fue deportado y fue condenado, en primera instancia, a 28 años de prisión por malversación, cohecho, fraude fiscal y estafa. Luego el Tribunal Supremo aumentó esta pena a los 31 años.
Ahora el nombre de Roldán vuele a aparecer en los medios de comunicación. Y con otros protagonistas. El Rey Juan Carlos I y su amante, Bárbara Rey. El primero falleció en marzo de 2022, mientras que el segundo y la tercera siguen con vida.
Ahora los audios filtrados de Juan Carlos I y Bárbara Rey ha alcanzado un nuevo nivel tras la publicación de una grabación en la que el monarca emérito confiesa que la Guardia Civil sugirió que "lo mejor sería que Luis Roldán apareciera muerto". Este audio ha desatado un revuelo mediático, ya que Roldán, exdirector de la Guardia Civil, fue una figura clave en uno de los mayores escándalos de corrupción en la historia reciente de España. El comentario del rey ha dejado entrever la gravedad de la situación en aquel entonces. El problema: Roldán no puede dar su versión.
Gracias a estos audios se puede deducir que había conversaciones entre las altas esferas del Estado que especulaban sobre cómo lidiar con el caso Roldán y la opinión que tenía la Guardia Civil (según las palabras del emérito).
Juan Carlos I: Yo espero que lo encuentren.
Bárbara Rey: ¿Tú crees?
Juan Carlos I: Aunque entre tú y yo, la Guardia Civil dice que es mejor que no lo encuentren. Mejor encontrarlo muerto
Las informaciones aparecidas sobre Roldán, sumadas a otras alrededor del 23F insinúan las relaciones entre monarquía y las instituciones del Estado durante un momento crítico de la historia reciente de España y cuestionan el papel del emérito como salvador de la democracia.
Papel importante de Bárbara Rey en el tema de los audios
Sin la existencia de Bárbara Rey no hubiéramos conocido el contenido de los audios, pues su estrecha relación con el monarca fue clave para que ella fuera la destinataria de estos mensajes. En este sentido, también ha aparecido el debate sobre la implicación personal que tuvo en la monarquía y los secretos de estado que ella conoce.