Suele ser habitual que un personaje nos condicione tanto que lo identifiquemos con el actor o actriz que lo interpreta, creando una especie de imagen vinculante entre la realidad y la ficción. Eso es más o menos lo que sucede con el bondadoso Jordi de Com si fos ahir, que interpreta el actor Andrés Herrera.
A pesar de vivir con cierta resignación, su personaje en Com si fos ahir es un tipo autoconvencido que las cosas hay que hacerlas bien y con respeto. Aspectos que contrastan con los habituales personajes duros que suele interpretar al margen de la exitosa serie de TV3. Nacido en Gavà en el año 1967, Andrés Herrera es un actor muy versátil, de esos capaces de ponerse en la piel de cualquier personaje por complejo que sea. Con facilidad por los idiomas -habla catalán, castellano, inglés, francés e italiano, su imponente físico le han llevado a recibir propuestas para interpretar a personajes duros e incluso peligrosos, que el actor ha aceptado sin reparo alguno.
La trayectoria de un actor laureado
Ha sido finalista a los Premios Gaudí como mejor actor de reparto, por su interpretación en el thriller Vulcania (José Skaf, 2015). Con anterioridad ya lo había ganado, también como mejor intérprete masculino de reparto gracias al drama criminal basado en hechos reales, Las 2 vidas de Andrés Rabadán (Ventura Durall, 2008). Su trayectoria profesional ante las cámaras se inició en 1996, participando fugazmente en la serie de TV3 Estació d'enllaç. Posteriormente, combinaría nuevas colaboraciones televisivas con su carrera como actor cinematográfico, llevándolo a participar en producciones internacionales tan notorias como El perfume: Historia de un asesino (Tom Tykwer, 2006).
Inolvidable Dionís Seguí de Pa negre (Agustí Villaronga, 2010), la trayectoria de Andrés Herrera incluye al Fabián de la terrorífica Eskalofrío (Isidro Ortiz, 2008), al oficial español de El bosc (Óscar Aibar, 2012) y el Luis de la alocada La higuera de los bastardos (Ana Murugarren, 2017). En los escenarios, todavía se le recuerda por su excepcional interpretación en la obra Prendre Partit, que se representó en el Teatro Goya de Barcelona, en la que se resaltaban los prolegómenos preparatorios para el juicio que llevaría a cabo la Comisión Anti-nazi para los artistas.
Andrés Herrera es actor por vocación, creado en las mismas entrañas de su entorno social. Como esos grandes futbolistas que se formaron jugando en las calles, Herrera reconocería así sus inicios en una entrevista para la revista Eye2 Magazine: "yo empecé en el cole, había un grupo de teatro de aficionados en Gavà, de donde soy. La mayoría de los que participaban en él ahora se dedican a la enseñanza y otros tantos nos dedicamos a la interpretación profesionalmente. Roser Camí, Candela Peña, Jordi Cumellas, Juan Carlos Bellido… nos condenamos jajaja, que es cuando decimos que nos vamos a dedicar a esto siempre".