La órbita del rey emérito Juan Carlos I siempre ha estado rodeada de personajes peculiares y adinerados, pero pocos tan singulares como el protagonista de esta sorprendente historia. Se trata de un jeque con raíces más cercanas de lo que cabría imaginar: es catalán, nació en Barcelona, y últimamente ha sido noticia por su interés en uno de los símbolos más queridos de Catalunya, el FC Barcelona.
Pilar Eyre da todos los detalles
Según reveló recientemente la reconocida periodista Pilar Eyre, este jeque no es otro que un sobrino-nieto del rey Fahd de Arabia Saudí, cuya familia llegó a Barcelona en los años ochenta, huyendo de complicaciones políticas en su país.
Instalados en una lujosa vivienda en la exclusiva avenida Pearson, en el corazón de Pedralbes, este particular príncipe saudí nació en la prestigiosa Clínica Dexeus en 1987 y vivió en Catalunya durante varios años.

Durante ese periodo clave, el joven príncipe aprendió castellano a la perfección y algo de catalán, asistió a la escuela local y desarrolló una profunda conexión emocional con la ciudad condal. Su padre fue muy cercano al rey Juan Carlos, especialmente durante los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, lo que ha mantenido una débil pero constante relación familiar con el emérito.
La relación entre este príncipe y Barcelona no se limita únicamente a recuerdos nostálgicos de infancia. Pilar Eyre mencionó en su intervención que el año pasado se rumoreó intensamente sobre su interés en adquirir nada menos que el FC Barcelona.
Un interés sorprendente, dado que el Barça pertenece a sus socios y no puede venderse de manera tradicional. Sin embargo, su afición al fútbol es más que un capricho: ya que la familia real saudí es propietaria del Newcastle United, equipo histórico del fútbol inglés. Hay que matizar que en el vídeo, Pilar Eyre asegura que el Newcastle está en la segunda categoría del fútbol inglés cuando en realidad está en la Premier League.
'Negociaciones' en catalán
Pilar Eyre, siempre precisa y conocedora del entorno de los Borbones, aclaró también que el jeque no mantiene una relación directa muy estrecha con Juan Carlos I, aunque sí con su padre. "El rey está ahora tan abandonado, tan solo, que de vez en cuando recibe invitaciones de este tipo", expresó Eyre en un tono crítico hacia el aislamiento en que parece sumido el exmonarca.

Una anécdota curiosa planteada por Eyre fue si Laporta y el jeque habrían conversado en catalán durante su encuentro, un detalle pequeño pero significativo que podría revelar hasta qué punto este príncipe saudí mantiene sus raíces culturales catalanas. Esta pregunta quedó en el aire.