A veces los romances más vibrantes se pierden en el feed, sepultados por estrenos, giras y virales. En plena efervescencia de la rumba catalana y con una presentadora en ascenso, hubo una relación que encajaba como una comedia romántica. Pasó rápido, dejó huella y hoy muchos no la recuerdan.
El protagonista por la parte musical es Adrià Salas, voz y guitarra de La Pegatina, autor de un éxito eurovisivo y agitador de escenarios. Ella, una comunicadora que ha convertido su ironía en marca, Inés Hernand. Juntos firmaron una pareja pop que prefirió las anécdotas a los posados, y que eligió la discreción cuando tocó despedirse.
Del tropiezo en un concierto al primer viaje juntos
En 2019, Salas sufrió una lesión en plena celebración de los 16 años de La Pegatina en Madrid. Meses después, se cruzó con una admiradora que resultó ser Hernand. Además de muletas, hubo mensajes, memes y un gesto bonito en el que ella presentó un poemario del músico antes de que la relación arrancara del todo. Según reportajes que conversaron con el entorno, tras la pandemia, las escapadas al Pirineo consolidaron el idilio.

Cuando el vínculo ya era público, llegó una postal de verano que confirmó complicidades. Nueva York, con paradas en Bryant Park, Times Square y el observatorio SUMMIT One Vanderbilt. Las redes de Hernand recogieron aquella ruta y un medio lifestyle señaló el viaje en pareja en pleno auge profesional de la presentadora. El skyline funcionó como telón de fondo de una relación que prefería la espontaneidad al ruido.
La ruptura silenciosa y la nueva vida sentimental de Inés
El final llegó sin notas conjuntas ni exclusivas en prime time. La pareja dejó de seguirse, eliminó recuerdos y, a principios de otoño de 2022, tomó caminos distintos. La confirmación apareció meses más tarde, cuando se supo que Hernand volvía a estar ilusionada. Después llegaría DJ Verse y, ya en 2025, una boda sorpresa en Las Vegas que selló esa segunda etapa sentimental.
La cronología encaja con lo que diversos perfiles han ido contando: relación de dos años, ruptura discreta y nuevas ilusiones. Para una figura que defiende su “familia elegida” y que ha ganado un talent culinario en televisión, la coherencia privada ha sido clave incluso cuando los focos apuntaban con fuerza.

Un romance pop que explica una época
Para Salas, aquel periodo personal convivió con una carrera sólida. Es el compositor de “La venda”, el tema que llevó a España a Eurovisión 2019, y continúa sumando capítulos musicales. En 2025 presentó “Corazón de Maguey”, un disco en solitario donde mezcla country, pop-rock, samba y folk latinoamericano. Aprovechó el paréntesis de La Pegatina para explorar otras texturas sin renunciar a su identidad.
La pareja Adrià Salas–Inés Hernand fue un cruce natural entre la escena festiva catalana y la comunicación con sello generacional. Nació de una casualidad, se sostuvo en el humor y se despidió con elegancia. Hoy, cada uno pisa fuerte por su lado. Él, con un proyecto personal que late a tiempo de rumba; ella, con televisión, pódcasts y una vida sentimental ya encauzada.