Hay un nombre que resuena como el movimiento más mediático para el conjunto ‘ché’ en los últimos tiempos. Sería, sin duda, un golpe de efecto muy similar al que supusieron en su día los aterrizajes de figuras como Edinson Cavani, Nani o, más atrás en el tiempo, la llegada de leyendas como Mario Kempes o Claudio ‘Piojo’ López.
La situación del Valencia es crítica: el equipo se encuentra en la zona baja de la clasificación en LaLiga EA Sports y Carlos Corberán, relevo de Rubén Baraja, ha pedido soluciones urgentes. Con la necesidad de sumar experiencia y calidad, la figura de James Rodríguez ha vuelto a emerger como una salvación posible, según ha informado Fichajes.net. El cafetero, actualmente en el Rayo Vallecano (tras su paso por clubes como Al-Rayyan, Olympiacos o São Paulo), no está teniendo la continuidad deseada en los planes de Íñigo Pérez. Las estadísticas de esta temporada con el conjunto franjirrojo no son precisamente brillantes: solo 7 partidos disputados, 205 minutos y sin goles en su haber, a pesar de contar con un valor de mercado de 2,5 millones de euros y un contrato que expira el 30 de junio de 2025. De hecho, no ha ido convocado en los últimos cuatro partidos y en el entorno vallecano ya hablan de una posible rescisión contractual.
Un viejo anhelo de James… y del Valencia
El interés mutuo no es nuevo. Hace un par de años, el propio James reconoció que fichar por el Valencia sería un sueño: “Iría caminando para firmar el contrato”. En aquel entonces, las negociaciones no llegaron a buen puerto, pero las circunstancias actuales podrían abrirle las puertas de Mestalla. Su elevada ficha en el Rayo y su escaso protagonismo en los esquemas de su actual entrenador permitirían al club madrileño aligerar masa salarial, mientras que James, a sus 33 años, tendría la oportunidad de relanzar su carrera en un ambiente de alta exigencia como el valencianista.
No es la primera vez que el Valencia intenta dar un golpe en el mercado en momentos de crisis deportiva. A finales de agosto de 2022, la llegada de Edinson Cavani generó una gran expectación, pero la irregularidad del equipo y la falta de un proyecto claro hicieron que el uruguayo no pudiera brillar del todo. También ocurrió algo similar en 2016 con el fichaje de Nani, tras una Eurocopa sobresaliente con Portugal. Ambos ejemplos evidencian la voluntad de la entidad de atraer a futbolistas con renombre para reavivar la pasión de la afición y, al mismo tiempo, apuntalar el nivel competitivo.
¿Por qué encaja James?
James Rodríguez ha demostrado, a lo largo de su carrera —en la que ha pasado por Real Madrid, Bayern Múnich y Everton, entre otros—, una capacidad de liderazgo en la mediapunta y una calidad técnica que podría dar un salto de calidad a la medular valencianista. El equipo de Corberán, falto de ingenio en el último pase y con problemas de cara al gol, se beneficiaría de la visión de juego y del acierto a balón parado del colombiano. Sin ir más lejos, hay que recordar que el bueno de James fue el mejor jugador de la pasada Copa América.